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Medio ambiente

Endesa, Iberdrola, Dragados y FCC gestionan los residuos de Mallorca

Ángel Fernández explica que a la planta de reciclaje de envases que dirige sólo llegan ahora el 10% de las 20.000 toneladas de estos residuos que está capacitada para tratar, porque el Consell Insular 'ha empezado este año la recogida del contenedor amarillo'.

En esta planta se ha mecanizado el proceso al máximo para facilitar al centenar de operarios de la planta el ingrato trabajo de separar a mano los muy variopintos desechos que aparecen en las bolsas del contenedor amarillo del llamado Punto Verde, el sistema de separación selectiva de la basura que gestiona la sociedad Ecoembes desde 1996.

De hecho, lo común es que aquí aparezcan los plásticos, brick y latas junto a otros residuos que dificultan el proceso, como los envases de vidrio, cartones, ropa e incluso desperdicios orgánicos. Para estas tareas de separación manual y para las de la recogida selectiva, Tirme ha llegado a un acuerdo con la Fundación Deixalles. Así, la mitad de los operarios de la planta son personas rehabilitadas de diversas drogodependencias. Se trata de un trabajo estable, porque Tirme tiene la concesión para 25 años.

Como en otras plantas modernas, potentes electroimanes se encargan de separar los metales férricos de los que no lo son, y se aspiran las bolsas y las películas de plástico de cocina (film) para separar la fracción del plástico de baja densidad. Pero, además, mediante una tecnología de rayos infrarrojos, aquí se consigue separar el plástico de alta densidad del llamado PET, con el que se envasan aguas y refrescos. Estos rayos distinguen ambos tipos por su diferente densidad y los envían a las tolvas por un sistema de soplado neumático.

De esta manera, además del papel, cartón y vidrio que se cuela en la bolsa amarilla, los operarios se concentran en recoger sólo los bricks y otros plásticos mixtos, como los envases de yogur. El gerente de Tirme asegura que en todo este proceso 'sólo se genera un 15% de rechazo', que se destinará a la incineradora. Esta última, junto con la planta de metanización, otra de compostaje (todas ellas en el área de Son Reus) y un vertedero de seguridad forman la apuesta tecnológica para tratar de forma segura las 500.000 toneladas de basuras que generan los 732.070 mallorquines y los 8 millones de visitantes de la isla.

Un recorrido en tren por las últimas tecnologías ambientales

El Consell Insular ha concebido la zona industrial para tratar los residuos de Mallorca como un parque temático. De hecho, un tren monorrail, elevado hasta 7 metros, ofrece un recorrido gratuito por los 1.094 metros del perímetro de las plantas de reciclaje de envases, metanización y compostaje. Se coge en el edificio central del complejo, una estructura cúbica de hierro que acogerá cursos y exposiciones. Sus paredes, construidas con materiales reciclados, sirven para ensayar su resistencia para su uso en la construcción.

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