El dólar tiene un nuevo escenario
El comunicado del grupo de los siete países más industrializados (G-7), emitido el sábado en Dubai, señala el inicio de un nuevo escenario para el dólar y, a la vez, de las principales divisas mundiales. El G-7 aboga por introducir mayor flexibilidad en los mercados cambiarios con el fin de lograr un ajuste suave y generalizado de los desequilibrios estadounidenses. De ahí, el mercado ha interpretado el fin oficial de la política del dólar fuerte, lo que conlleva riesgos y oportunidades en similar proporción, y también augura una nueva fase de volatilidad cambiaria que se trasladará al resto de los mercados financieros.
Las monedas asiáticas registraron ayer una fuerte apreciación frente a la divisa estadounidense, toda vez que las autoridades monetarias permitieron la libre cotización de sus monedas, o al menos redujeron el volumen de sus intervenciones. Las perspectivas de un deterioro del sector exterior de estos países y la reducción de beneficios en las grandes compañías provocó una caída de las Bolsas que se fue encadenando desde Tokio a Nueva York de forma imparable.
La ausencia de intervenciones oficiales en los mercados de divisas, como pedía el G-7, puede tener difíciles consecuencias para el mercado de deuda estadounidense, así como amenazar la propia recuperación de estos países. En Europa, una renovada fortaleza del euro puede dar al traste con las débiles señales de recuperación, lo que obliga a las autoridades a actuar y a tomar medidas fiscales y monetarias adicionales.