El euro frena la escalada frente a un dólar que se recupera de su desplome global
Los mercados de divisas vivieron ayer una sesión de debilitamiento del billete verde que en el inicio de la jornada aún coleaba, aunque el euro ha moderado el repunte hasta iniciar un movimiento bajista en su cruce con el dólar. En Francfort, a las 16.50, hora española, un euro se cambia por 1,148 dólares, una subida del 0,17% respecto a los 1,1475 en que ayer se cruzaron ambas divisas.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE), ha fijado esta tarde el cambio considerado oficial del euro en 1,1464 dólares. La moneda única rozó ayer los 1,15 dólares, un incremento del 1% frente al cambio del viernes, en lo que supone su mayor valor desde finales de julio. La recuperación del dólar viene motivada en parte por ser día festivo en el mercado japonés.
Así, el retroceso de la moneda única permite apaciguar los temores respecto a las empresas exportadoras de la eurozona, que ven con inquietud como la revalorización del euro castiga sus ventas. Un efecto negativo que se ha empezado a notar en bolsa. Ayer las acciones de compañías como BMW o Philips sufrieron fuertes caídas.
Los gobiernos asiáticos y los inversores han respondido al toque de atención del G-7 del fin de semana en Dubai, en que se pedía una mayor flexiblidad en los mercados de divisas. Para los primeros, la advertencia era que relajaran su intervencionismo, una actividad recurrente del Banco de Japón para frenar las subidas del yen y no perjudicar las exportaciones. A China, cuya moneda, el yuan, tiene un cambio fijo contra el dólar, se le reprocha que su mercado de divisas no refleja la realidad económica.
Los inversores, por su parte, entendieron que el dólar afronta una política de debilidad, lo que motivó la venta de la divisa estadounidense, y arrastró consigo a los mercados de renta variable, que como un dominó cayeron en la jornada anterior, desde Tokio en el inicio, con el mayor retroceso desde el 11-S, hasta la gran pieza, Nueva York.
Freno a las exportaciones japonesas
Ayer, el dólar cayó en Tokio a su nivel mínimo en 33 meses frente al yen (111,37 yenes). Las intervenciones rutinarias a gran escala son, junto a las inyecciones de liquidez a los mercados financieros y los tipos de interés en niveles próximos a cero, las herramientas de reactivación económica del Banco de Japón. El emisor japonés ha mostrado que está dispuesto a dejar caer el dólar a los 116 yenes, una cotización cercana a los 115 yenes que los exportadores nipones consideran como el punto límite y según el cual calculan sus previsiones de beneficios.
Cada alza del dólar en una unidad de yen repercute en ganancias multimillonarias para los exportadores japoneses, por lo que algunos analistas califican las intervenciones del banco central como inyecciones directas de capital en las empresas. La tenue recuperación que se percibe en los últimos meses en la economía japonesa depende en gran parte de las exportaciones y puede verse malograda si el banco central japonés se ve constreñido a reducir sus acciones para fortalecer el dólar, aseguran los expertos. El diario económico local Nihon Keizai asegura que muchas firmas han empezado ya a estudiar un ajuste en las previsiones de beneficios de su actividad exportadora.