A la búsqueda de su papel en el mercado 'verde'
Es el primer fabricante europeo de celulosa de eucalipto, una pasta muy codiciada para las papeleras por su gran calidad. Pero, después de su privatización, sus ambiciones se han ampliado mucho y, de hecho, abarcan desde la venta de productos de madera sólida a energía eléctrica. Incluso se plantean producir papel en Pontevedra. Por eso, los conceptos tradicionales de empresa forestal y papelera le vienen cortos y se define a sí misma como una 'empresa basada en el bosque'.
Cualquier madera no sirve para hacer negocio en el sector papelero. Las especies de árboles de crecimiento más rápido, como el eucalipto, chopo, pino y abedul, son las que rinden más celulosa de buena calidad. Estas especies ocupan el 12% de la superficie forestal arbolada en España, que explotan 15 empresas de producción de pastas de papel, de las que en conjunto producen 1,7 millones de toneladas.
El papel, en sus diversas variantes y calidades, se obtiene de refinar la pasta que resulta de escurrir y prensar láminas de fibras de celulosa sumergidas en una suspensión de agua. La materia prima, la celulosa, se obtiene de un proceso químico al que se somete la madera triturada, procedente de troncos descortezados, aserrados y limpios de nudos.
'El bosque es una fábrica de madera que tiene que ser gestionado de forma sostenible'
Ence aporta el 50% de la producción nacional de pastas papeleras. Sus tres centros de producción, en Huelva, Lourizán (Pontevedra) y Navia (Asturias), fabricaron 857.000 toneladas de celulosa de eucalipto en 2002.
Juan Villena, vicepresidente y consejero delegado de Ence, explica: 'Nuestro negocio básico es producir la madera en las mejores condiciones de coste y transformar la mayor parte en celulosa'. El año pasado vendió celulosa por valor de 394 millones de euros en 2002.
Los 75 millones restantes, hasta los 469 millones de su cifra de negocio consolidada, son fruto de la diversificación que la compañía emprendió hace casi una década. Ence ha demostrado su interés por la cogeneración energética con gas natural, que ha acaparado mayor atención de la opinión pública que su diversificación en el terreno forestal, mediante la comercialización de productos de madera sólida (en rollo, astillas, aserrada y tablero contrachapado) y de servicios de consultoría.
Hace tres años Ence arrancó su primera instalación de cogeneración energética en su centro fabril de Huelva, en la que se aprovecha el poder calorífico de los residuos de biomasa que se generan en la producción de celulosa para generar energía eléctrica de alta eficiencia. Ahora planea hacer algo parecido en Navia, aunque Villena afirma que este proyecto 'aún está en estudio'. En cambio, este centro asturiano cuenta con un aserradero.
Papel tisú
En Lourizán, la compañía se propone marcar un hito en su historia y empezar a transformar, junto con algún socio local, la celulosa para hacer papel tisú, una variedad con la que se fabrican los papeles higiénicos y sanitarios. El presidente de Ence, José Luis Méndez, asegura que el grupo invertirá en ello 150 millones de euros, de los que este año desembolsará ya 90 millones.
Juan Villena explica que esta idea parte del 'interés' del principal accionista de la compañía, Caixa Galicia. Afirma que esta instalación puede proporcionar, 'sobre todo, un ahorro sustancial en el coste de la materia prima, porque no es necesario secar la celulosa'.
Este giro sustancial de la estrategia de negocio de Ence coincidió en el tiempo con los rumores de privatización de la compañía, pero Villena afirma que, en realidad, parte de la asimilación en la cultura de la compañía del concepto de 'industrias basadas en el bosque', que promueve la Comisión Europea. La idea que inspira al Ejecutivo de Bruselas es implicar en la conservación de los bosques a todos los agentes que intervienen en el bosque, desde los propietarios de terrenos forestales a los transformadores de sus productos.
Para el vicepresidente de Ence, 'el bosque es una fábrica de madera, que tiene que ser gestionado de una forma sostenible, tanto en lo que se refiere a los gastos económicos como ecológicos y sociales'. Villena señala que, como cualquier industria, tiene emisiones contaminantes, pero con la diferencia de que 'actúa como sumidero del dióxido de carbono (CO2) que emite el resto'.
El proceso natural de la fotosíntesis contribuye decididamente a transformar en oxígeno el CO2 y, por tanto, a contrarrestar los efectos del cambio climático. Ence contribuye a la calidad del aire con un patrimonio forestal de 140.000 hectáreas en España y otras 53.000 en Uruguay. Pero, para ofrecer a la sociedad plenas garantías de respeto silvícola, las dos filiales de explotación forestal del grupo (Norfor e Ibersilva) se hicieron el año pasado los primeros certificados que otorgó la patronal forestal europea en España, según el sistema de normalización llamado PEFC.
Ence ha acreditado de esta manera la gestión sostenible de 95.000 hectáreas de plantaciones de eucalipto, que se tienen por las más vastas de Europa, junto con 15.000 hectáreas de otros cultivos.
Huelva combate los residuos
El director de la fábrica de celulosa de Ence en Huelva, Emilio Rodríguez, y la jefa de medio ambiente de este centro, Esther Couceiro, asumen entre sus tareas cotidianas enseñar sus instalaciones al público dos veces por semana, a fin de combatir los recelos de la población a su actividad.Los escolares son uno de los públicos más críticos. El hedor característico que emana de la cocción de las astillas de eucalipto, la seguridad y las emisiones son preocupaciones que saltan nada más comenzar la visita, a las 10 de la mañana, de 60 escolares del Instituto público de Secundaria Odiel, en la localidad onubense Gibraleón.Esther Couceiro se arma de paciencia e insiste en que comprendan el esfuerzo de mejora continua en el proceso: 'Uno de los factores que diferencian a Ence de otras industrias es la escasa producción de residuos sólidos durante el proceso, apenas 160 kilos por tonelada de celulosa'.La primera hora de visita se dedica al entorno más agradable: los viveros de eucaliptos de la filial forestal de Ence en Andalucía, Ibersilva. Se asombran ante unos invernaderos en los que enraizan tres millones de árboles, que se talarán a partir de su décimo año de crecimiento.Parten luego al centro industrial, a 200 metros de los viveros. La experiencia de asistir a la transformación del eucalipto en celulosa les deja un regusto agridulce. Emilio Rodríguez subraya entonces: 'En los últimos 15 años hemos invertido más de 78 millones de euros en tecnologías que nos han situado en Europa como un referente de gestión medioambiental'.