La Reserva Federal constata la debilidad económica de EE UU
La actividad económica de EE UU da pocas señales de mejoría, según el informe regional publicado ayer por la Reserva Federal. El documento constata que la economía estadounidense se encuentra estancada, no va hacia atrás pero tampoco camina con paso firme hacia adelante. El banco central refleja que el mercado laboral permanece débil, el gasto de los consumidores sigue apagado y la actividad manufacturera da señales mixtas.
El informe regional, conocido como Libro Beige, admite que las condiciones de la actividad económica de EE UU en abril y mayo 'permanecieron débiles en la mayoría de los distritos'. El documento se confecciona con la información suministrada por los bancos de los 12 distritos en que se divide la Reserva Federal. La información será utilizada para la reunión del 24 al 25 de junio, en la que la autoridad monetaria decidirá sobre los tipos de interés, actualmente en su nivel más bajo desde 1961 (1,25%) .
El gasto de los consumidores, que representa dos tercios de la economía americana, 'permaneció sin brillo en términos generales'. La Reserva Federal detectó que 'las ventas minoristas mejoraron tras el fin de la hostilidades en Irak, pero permanecen por debajo del nivel de hace un año'. Respecto a la actividad manufacturera, tres distritos informaron de mejoras en la actividad, otros tres de contracción y en el resto 'las condiciones se caracterizaron por los términos débil, flojo o irregular'.
En otros sectores también se nota la falta de pulso de la actividad. Por ejemplo, las compañías aéreas mejoraron respecto al último reporte, publicado en abril, 'pero continúan llevando menos pasajeros que hace un año'. El turismo también ejerce un desempeño desigual según distritos. El sector 'sólido' sigue siendo el de la construcción de viviendas, que arrastra al sector financiero, gracias al fuerte ritmo de concesión de hipotecas, espoleado por los bajos tipos de interés.
Poco riesgo de deflación
El vicepresidente de la Reserva, Roger Ferguson, consideró ayer que, a pesar de la notoria debilidad económica del país, la probabilidad de entrar en un ciclo deflacionario 'es bastante baja'.
Ferguson defendió el mecanismo de intervenir en el mercado de bonos como una buena fórmula para 'estimular la demanda agregada mediante la rebaja de los tipos de interés a largo plazo', lo que, a su juicio, es una de las formas más efectivas para combatir los riesgos de deflación.
El banquero admitió que las 'perspectivas para la economía estadounidense a corto plazo reflejan una considerable incertidumbre'. El PIB creció un magro 1,9% en el primer trimestre, mientras que la tasa de paro se situó en el 6,1%. 'Los recientes datos de producción y empleo resultan decepcionantes', admitió Ferguson.
El responsable de la Reserva resaltó, no obstante, algunos datos positivos: 'Desde comienzos de la primavera los precios de las acciones han subido, las primas de riesgo por la deuda corporativa han retrocedido, los precios del petróleo han caído y la confianza de los consumidores se ha recuperado'.
Ferguson hizo estas valoraciones en un discurso ante empresarios japoneses. Precisamente, Japón revisó ayer al alza el PIB del primer trimestre del año, que pasó del crecimiento nulo a un pobre balance positivo del 0,1%. En términos interanuales, la expansión fue del 0,6%.