Los botes de refrescos, una lata en Alemania
Las latas, como envases de bebida, pueden desaparecer de Alemania. Una medida gubernamental, que obliga a reciclar estos envases, se ha convertido en un quebradero de cabeza para clientes y vendedores
Los refrescos en lata podrían desaparecer en breve de las tiendas alemanas si el Gobierno no modifica la actual legislación sobre envases.
Así lo consideran comerciantes y asociaciones del sector, que afirman que la fianza sobre las latas de refrescos, introducida a principios de año para fomentar el reciclaje y la compra de envases retornables, ha sido un fracaso.
Pese al alto grado de concienciación ecológica de la sociedad alemana, los consumidores no están satisfechos con la situación. Sascha Kretschmann, vendedor en la tienda de una gasolinera, recuerda que el día en que empezó a funcionar la normativa 'muchos reaccionaron con enfado, porque no querían tener que volver aquí sólo para devolver una lata'. Nicole Stephan, compradora, opina que 'cuidar el medio ambiente está muy bien, pero así no'.
Desde el pasado enero, las latas de refrescos tienen en Alemania una fianza de 25 céntimos de euro por unidad que el cliente recupera al devolver el envase. Pero, por el momento, hay que entregar la lata en el mismo establecimiento donde se compró, ya que aún no se ha logrado introducir un sistema de recogida a nivel nacional. El cliente no sólo tiene que conservar la lata, sino recordar la tienda donde la adquirió y entregar en ella el recibo de compra o un vale especial para demostrar la procedencia del envase y recuperar su dinero. Resultado: el consumidor tira la lata a la basura -justo lo que se intentaba evitar con la nueva ley- o compra las bebidas en botella o tetra brik.
Michael Rogoswski, presidente de la patronal alemana, ha cifrado en 5.000 los puestos de trabajo perdidos hasta el momento por el descenso de las ventas de refrescos en lata. 'No se ha conseguido absolutamente nada' con la nueva ley, afirma.
Cadenas de supermercados como Aldi han anunciado que dejarán de vender latas de refresco en determinadas zonas del país. Para la HDE, principal asociación de comercio minorista, el sistema de fianza sobre latas de refresco 'ha muerto' y si el Gobierno no modifica la ley, 'este tipo de envases acabará por desaparecer'. Tanto esta asociación como la BDE, que agrupa a la industria alimentaria, alaban los fines ecológicos de la medida, pero insisten en que la fianza no es la mejor manera de proteger el medio ambiente.
Los fabricantes de bebidas se comprometieron a principios de año a desarrollar un sistema de recogida a nivel nacional, pero ahora argumentan que el actual marco legal no ofrece las garantías necesarias para las inversiones millonarias que supondría su introducción.
Jürgen Trittin, ministro alemán de Medio Ambiente y promotor de la controvertida fianza, se reunirá esta semana con los empresarios del sector para intentar encontrar 'una solución razonable', según ha declarado. La prensa alemana asegura que las autoridades comunitarias han instado al Gobierno alemán para que se alcance un acuerdo lo antes posible.
Mientras en otros países europeos, como la propia Alemania, Austria o Francia el consumo de bebidas en lata tiende a disminuir, en España o Portugal sigue aumentado. 'El consumidor español opta mayoritariamente por el consumo de refrescos y cervezas en lata frente a otro tipo de envases', aseguran en la Asociación de Latas de Bebidas, que agrupa a las principales empresas españolas del sector. Según un estudio de esta agrupación, realizado en 2002, un 43,9% de los españoles consume latas de refrescos y un 34,9% cervezas en lata.