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Tecnologías

La informática quiere ser un servicio

Las empresas no usan más del 30% de la capacidad de sus caros servidores corporativos, ya sean Unix, Linux o NT. Igualmente, infrautilizan los ordenadores personales, de los que no se aprovecha ni el 80% de su funcionalidad. El sector de las tecnologías está pagando aún la factura de los años dorados previos al 2000, cuando un cambio de fecha apocalíptico obligó a todos las compañías a sustituir sus complejos sistemas de gestión empresarial, al que siguió la revolución de Internet, un tren que nadie podía perder. Para subirse a él, las empresas invirtieron grandes cantidades en infraestructuras y desplegaron complejas soluciones para relacionarse con sus proveedores, con sus clientes, con sus empleados... hasta que el tren descarriló.

Hoy, las empresas se han encontrado con unas inversiones tecnológicas de las que muchas veces no han obtenido ningún retorno, que no aprovechan y que, sin embargo, les cuesta un dineral mantener. Los tiempos han cambiado para las tecnológicas y parece que las crecimientos trimestrales de dos dígitos no volverán. Y lo saben. En los próximos tres años, el 80% del gasto tecnológico va ir destinado a mejorar la gestión de sus sistemas, mientras que sólo el 20% se destinará a la compra de nueva tecnología, según datos facilitados por la empresa de software Computer Associates. Los proveedores de tecnologías saben que su negocio está en los servicios y desde hace más de un año han dado un golpe de timón que se ha traducido en grandes transacciones como la compra PricewaterhouseCoopers por IBM o la fusión HP-Compaq.

La era de los servicios no ha hecho más que empezar y con ella ha llegado el utility computing: la tecnología entendida como la luz, el agua o el gas; siempre disponible, utilizada en función de las necesidades de cada momento y por la que se paga según el consumo que se haya realizado. Cada marca trata de hacer suyo el concepto con distintas expresiones. IBM habla del eBusiness on demand (el negocio bajo demanda), HP del Adaptive enterprise (la empresa adaptable), Microsoft del Business agility (agilidad de negocio), pero todos se refieren a un nuevo modelo para vender tecnología.

'Es una cuestión de costes. Si las compañías no adoptan las nuevas herramientas, la gestión de los sistemas será cara e insostenible', dice De Latorre, de HP

'La empresa tiene que ser flexible y adaptarse a los vaivenes del mercado. No valen los planes de negocio a 3 o 4 años, el cambio es constante', comenta Juan Antonio Zufiría, director general de IBM Global Services en España.

IBM ha realizado una de las apuestas más fuertes por los servicios, división que ya ha generado el 51% de sus ingresos en el primer trimestre de este año. Sam Palmisiano, presidente de IBM, presentó el año pasado su estrategia 'bajo demanda', a la que ha destinado 10.000 millones de dólares y en torno a la que gira su oferta actual. 'Queremos ayudar a la empresa a cambiar todos sus procesos con unas infraestructuras de menor coste, que se gestionan más fácilmente, donde no se paga por las máquinas, sino por las transacciones que éstas realizan', explica Zufiría.

Detrás de esta filosofía se esconden innovadoras tecnologías. La virtualización es una de las propuestas más prometedoras. IBM, HP y Sun son las que más han avanzado en este concepto que viene a responder a la necesidad de sacar mayor partido de los recursos informáticos de las empresas. Aquí se mezclan las tecnologías Grid, N1 y Utility Datacenter, combinadas con avanzadas herramientas de gestión. 'Somos capaces de repartir de manera dinámica los recursos, tanto de proceso, almacenamiento o redes, de forma que si un servidor está más ocupado en un momento del día, el sistema sea capaz de redireccionar la carga de trabajo hacia otras máquinas más ociosas', explica José María de Latorre, director de la división de servidores de HP (ver página 15).

Otra aplicación es la consolidación de equipos, gracias a la que un cliente de HP que ha podido dividir el trabajo de su servidor con 16 procesadores -dedicando ocho para la base de datos, cuatro para explotar estos datos y ha reservado los otros cuatro para trabajar con SAP- logra una optimización de sus recursos y reduce el número de sus servidores.

La virtualización está más avanzada en el terreno del almacenamiento, donde hasta ahora cada proveedor utilizaba sus propios discos para guardar los datos. Con las nuevas soluciones, los datos se almacenan y gestionan desde un único sistema virtual que permite trabajar con entornos heterogéneos, es decir, con sistemas y máquinas de proveedores diferentes. Veritas está trasladando su gran experiencia en esta campo a la gestión de los servidores. 'Nuestra principal ventaja es que somos independientes de cualquier plataforma', resalta Gonzalo Landaluce, director general de Veritas.

'Desde un pull de recursos virtual podemos gestionar el rendimiento de las máquinas, asignándole mayor capacidad en un momento de pico y devolviéndoselo en el momento en que se termine la carga de trabajo, como puede ser la facturación mensual. Todo esto además se produce de manera automática', dice Landaluce, que insiste en que la neutralidad tecnológica es un importante punto diferencial. 'No creo que HP se deje virtualizar por IBM. Es necesario ceder muchas licencias tecnológicas, y no sé si estarán por la labor'.

Computer Associates es otro de los jugadores independientes de software con una mayor apuesta en la gestión de sistemas. Esta semana presentaba en España sus herramientas para la gestión de infraestructuras mixtas. 'Son sistemas autogestionados, capaces de relacionar la función con cada elemento del sistema, lo que les permite ser proactivos ante los problemas y ser capaz de autocorregirse', comenta Leo Bendason, director general de CA en España.

La autonomía de estos sistemas es otra de las grandes características de la nueva informática bajo demanda. IBM, HP, Sun, Microsoft... todos introducen herramientas que permiten detectar fallos y buscar una solución automáticamente, como redireccionar la impresión de documentos a impresoras de otro departamento al detectar una avería en una maquina. También se incluyen soluciones de gestión remota para arreglar problemas desde un solo punto a múltiples puestos de trabajo, como en el contrato de Electrolux por el que IBM gestionará durante los próximos siete años los 19.000 ordenadores que tiene la compañía de electrodomésticos en sus filiales Europa. Electrolux sólo pagará por los servicios ofrecidos en cada momento a cada usuario. Meta Group calcula que las empresas destinan el 70% de su presupuesto al mantenimiento de las infraestructuras y dejan un 30% de la innovación, una proporción que espera que crezca en los próximos años. 'No es un problema relacionado con las sobreinversiones del pasado, es una cuestión de costes. Si las empresas no adoptan las nuevas herramientas, la gestión de los sistemas se va hacer más cara, compleja e insostenible', comenta De Latorre.

Otro de los ejemplos de tecnologías bajo demanda que más se están utilizando hoy, según Sun, es la activación remota de aplicaciones. Los grandes servidores corporativas de Sun integran diferentes aplicaciones, más allá de las que ha pedido la empresa, pero cuando la compañía desea utilizar una nueva funcionalidad se activa la aplicación y se empieza a cobrar por ella. Esto reduce los tiempos de instalación y de puesta en marcha, además la empresa puede utilizar esa funcionalidad por un tiempo determinado. 'El gran cambio es el modelo de contratación, que logra transformar los gastos en tecnologías de fijos a variables', apunta Juan Polo, de Sun Microsystems.

Detrás de estas soluciones está la búsqueda constante del ahorro. IBM, que entiende la nueva filosofía como un paso más hacia un outsoursing estandarizado (visión que no comparten muchos de sus competidores), asegura que un proyecto completo podría reducir hasta un 40% los gastos en tecnologías. Las empresas han empezado a adoptar algunas de estas soluciones, pero parece que éste es el camino que acabarán por tomar todas en mayor o menor medida.

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