Despedir al ejecutivo español sale caro
España es el país de la UE donde más costoso resulta despedir a un directivo. Un profesional con diez años de antigüedad en la empresa cobra más del doble de la media comunitaria
Juan es el nombre ficticio de un ejecutivo español de 40 años de edad, con un salario de 30.000 euros anuales y diez años de antigüedad en su empresa. En caso de ser despedido, Juan cobraría una indemnización que ascendería a 37.500 euros, lo que supone más del doble de la media europea, que es de 16.754 euros.
Los resultados de un estudio sobre las condiciones del empleo en Europa realizado por Mercer HR Consulting muestran que España es el país de la UE donde el despido de un ejecutivo tiene un coste más elevado. Según el informe, que se ha elaborado tomando como ejemplo el de un ejecutivo de 40 años, con diez de antigüedad y un salario de 37.500 euros, Italia (27.414 euros), Austria (22.500 euros) y Bélgica (22.500 euros) son, tras España, los países que cuentan con indemnizaciones más altas para ejecutivos con estas características.
En torno a la media comunitaria se sitúan países como Dinamarca, Grecia y Suecia, mientras que las indemnizaciones más bajas corresponden al Reino Unido (7.692 euros), Francia (7.500 euros) y Holanda (7.500 euros).
Además, las compensaciones por despido de la Unión Europea son muy superiores a las del resto de países desarrollados. Por ejemplo, en Japón, un ejecutivo con diez años de antigüedad en su empresa y un sueldo de 30.000 euros al año sólo tendría derecho a una indemnización por despido de 2.308 euros, 500 euros menos que en Francia y Holanda, que son los países de la Unión Europea con compensaciones por despido más bajas.
Sin indemnización
Pero el caso de Japón no es el más bajo. En Estados Unidos las empresas no están obligadas por ley a pagar ningún tipo de indemnización en caso de despido.
Sin embargo, es una práctica generalizada que las empresas paguen al menos dos semanas de sueldo a sus ejecutivos cuando les comunican su baja. Una cifra que de media alcanza los 1.235 euros, según el estudio de Mercer HR Consulting.
También existen diferencias notables en cuanto a los plazos exigidos a la hora de notificar un despido. En España la ley no establece que éste deba ser notificado con antelación alguna, salvo en el caso del despido objetivo, que es de 30 días.
En la mayor parte de los países de la Unión Europea, la media para un ejecutivo con diez años de antigüedad es de 16,7 semanas. Y en niveles superiores a España se sitúan Irlanda, con seis semanas, y Francia, Italia y Reino Unido, con nueve.
Pero Bélgica es el país que cuenta con el periodo de preaviso más alto, con 39 semanas, seguido de Dinamarca, Grecia, Luxemburgo y Suecia, donde las empresas tienen la obligación de notificar el despido a sus ejecutivos con un mínimo de 26 semanas de antelación.
En el cálculo del coste del despido tiene mucho que ver el mínimo de semanas que se incluyen en la indemnización. El estudio señala que mientras que en España el periodo de indemnización tras diez años de servicio (45 días por año trabajado) es de 64, en otros países no se considera ningún mínimo. Sólo Italia, con 40 semanas de sueldo tras diez años de trabajo, Austria, con 26 semanas, o Irlanda, con 21, se sitúan en niveles parecidos a los que se manejan en España. Otros países como Portugal sólo incluyen 11 semanas y Francia y Reino Unido, 4.
Mientras, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Grecia, Holanda o Suecia no consideran ningún mínimo para incluirlo en la indemnización. Por contra, sólo España no contempla el pago por notificación por despido, que en algunos países, como Bélgica, alcanza los 22.500 euros.