Calzada considera que los fondos deben acudir a las juntas de accionistas
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Blas Calzada, manifestó ayer que las gestoras de fondos de inversión deberían asistir obligatoriamente a las juntas de accionistas de las empresas en las que invierten sus activos, o justificar debidamente la razón por la que se ausentan.
Durante su intervención en la apertura del VII Congreso Internacional Fondex 2003, Calzada argumentó que si los fondos de inversión no están representados en las juntas de accionistas, el capital presente en ellas puede reducirse, en ocasiones, hasta el 65% del total, con los consiguientes problemas de toma de decisión.
En este sentido, explicó que 'la mejor forma de que una sociedad funcione bien es que su junta funcione bien', por lo que considera necesario que las instituciones de inversión colectiva, es decir, los fondos de inversión, estén representadas en los órganos de decisión de las empresas. 'En caso contrario es absolutamente obligado que expliquen el porqué de su ausencia'.
La petición de Calzada no está vinculada a la tramitación de la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva, según explica la CNMV: 'Es una cuestión de lógica'. Pero el mismo espíritu está recogido en el anteproyecto de ley, ahora en tramitación parlamentaria: 'La gestora estará obligada a ejercer en beneficio del accionista los derechos inherentes a los valores, especialmente el de asistencia y voto en las juntas'.
Los profesionales del sector consideran positivo el mensaje de Calzada, pero piden que se evite caer en un exceso de regulación. 'Me parece muy bien que sea obligatorio, porque nosotros ya lo hacemos en los casos importantes. Lo hacemos en valores donde tenemos posiciones de medio plazo, donde la inversión es una parte significativa de la cartera y donde las empresas son de menor tamaño. Tenemos contacto permanente con la dirección, y nos parece perfecto que sea obligatorio ir a la junta', explica Antonio García Rebollar, director general de Renta 4 Gestora.
No obstante, advierte que 'hay casos donde no es práctico que sea obligatorio ir. Yo tengo un fondo en Japón, y no podría ir a las juntas. Tampoco es útil ir cuando se trata de valores muy líquidos en los que nuestra posición supone muy poco sobre el capital. Entonces votamos con los pies, es decir, vendemos, y eso es un castigo para el gestor de la compañía'.
La gestora alemana Union Investment es una de las más activas en las juntas de accionistas de las sociedades españolas, y ha defendido sus intereses con quejas contra, por ejemplo, la política de Endesa. 'Nuestra vocación es participar en las juntas para defender el valor para el accionista, y hacerlo de forma activa. Nuestros gestores suelen ir a las juntas, aunque no siempre pueden', explica Íñigo Sangro, director en España de Union Investment.
Otro aspecto que se apunta desde las gestoras es la aparente contradicción de la ley actual con la voluntad de Calzada: 'La ley nos impide tener más del 5% de una empresa. Su espíritu es que nuestras participaciones sean financieras y no de control, pero al tiempo se nos pide que participemos en la gestión'.
Un banquero de una entidad extranjera explica, en la misma línea, que 'el sentimiento que hay en el mercado es que no sería viable. Hablamos de fondos internacionales con inversiones en decenas de compañías, que no podrían ir a todas las juntas'.
José Luis Blázquez, director general de BNP Paribas Gestión de Inversiones, considera que 'en principio votar en defensa de los intereses del partícipe es positivo. Ahora bien, habrá que modular esta obligatoriedad, porque a veces en las juntas se toman decisiones rutinarias que pueden provocar un exceso de carga administrativa en las gestoras. Puede haber soluciones óptimas dentro de la autorregulación, o simplemente estableciendo criterios razonables para esta obligatoriedad. Por ejemplo, cuando se vota sobre una fusión'.
Rabadán, en contra
Más contrario se mostró el presidente de Inverco, la patronal de las gestoras. Mariano Rabadán, que también participó en el congreso Fondex, discrepó de Calzada sobre la obligatoriedad de asistir a las juntas y señaló que la participación de éstas en el capital de las compañías, especialmente las cotizadas, es pequeño, por lo que no consideró oportuno que tengan que asistir físicamente y de forma obligatoria.
En esta misma línea, la directora general del Tesoro y Política Financiera, Gloria Hernández, coincidió con Rabadán y señaló que los fondos sólo deben ejercer los derechos políticos en una empresa 'cuando existan razones para ello', es decir, 'cuando la participación sea razonable y relevante' o cuando 'el capital invertido tenga vocación de permanencia'.
Sólo un puñado de gestores ejercen de propietarios
Cuando un fondo de inversión replica una decisión del consejo de administración de una sociedad cotizada es una noticia que suele ser publicada por la prensa especializada. Ello da una idea de la excepcionalidad de este tipo de activismo entre las instituciones de inversión colectiva. La mayor parte de los gestores se limita a comprar y vender, lo que es su labor, pero pocos toman medidas como propietarios de acciones.En España, una de las pocas excepciones la ofrece el fondo de inversión alemán Union Investment. Este fondo ha levantado la voz en numerosas juntas de accionistas de sociedades españolas para denunciar lo que consideraba políticas de gobierno empresarial fallidas.Uno de los ejemplos más relevantes de activismo por parte de gestoras es el del fondo de pensiones Calpers, que gestiona la jubilación de los maestros de California. Este fondo, conocido por sus protestas, votó en contra del nuevo consejo de administración propuesto por AOL Time Warner, y ha vetado decisiones empresariales como el nombramiento de auditores que han hecho trabajos de consultoría.Otras gestoras europeas también han defendido los derechos del partícipe, llegando a los tribunales para demandar a las compañías. Pero se trata de excepciones. Como señala un banco depositario, 'si a veces ni siquiera nos devuelven las convocatorias a las juntas para poder delegar el voto, pensar que van a pasar a la acción está bastante lejos de la realidad'.