Nuevos obstáculos a la convocatoria de referéndum
El pasado 22 de abril el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decidía no rubricar el documento presentado por la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que se definían los términos del acuerdo entre Gobierno y oposición, y que había sido respaldado por ambas partes el 11 de abril. La postergación de la firma del acuerdo aumentaba entonces el escepticismo existente en torno a la mesa de negociación, que desde que fuera constituida el pasado 8 de noviembre tan sólo ha conseguido generar un resolución concreta: la Declaración contra la violencia, por la paz y por la democracia, firmada el pasado 18 de febrero.
Pocos han sido los progresos conseguidos por Venezuela desde entonces y la incertidumbre parece rodear las perspectivas sobre el futuro inmediato de la política venezolana.
En estos momentos, la atención se centra en la designación la directiva del Consejo Nacional Electoral -CNE- (cinco rectores principales y 10 suplentes), que será el órgano encargado de definir los términos de la convocatoria del referéndum revocatorio. Ante los continuos retrasos para su designación, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) decidía el pasado 15 de mayo establecer un plazo máximo de 10 días para su nombramiento, que de no cumplirse podría llevar al órgano judicial a su designación, con las consiguientes dudas sobre la independencia del CNE.
La falta de acuerdo entre Gobierno y oposición sobre la directiva del Consejo Nacional Electoral impide avances concretos en la crisis
El desacuerdo de la oposición frente a la propuesta del Gobierno de un nombramiento parcial de la directiva del CNE (cuatro rectores principales y ocho suplentes), en la sesión del pasado miércoles 22 de la Asamblea Nacional, ha llevado a un aplazamiento en la designación para una nueva sesión, sobre la que no se ha aclarado la fecha. Entre tanto, el secretario general de la OEA, César Gaviria, presentaba un nuevo documento a las partes que integran la mesa de negociación, sobre el que hasta el momento no han trascendido los contenidos.
Habrá que esperar a los resultados de la nueva sesión de la Asamblea Nacional sobre el nombramiento de la directiva del CNE, si finalmente el TSJ decide otorgar un nuevo plazo para su elección, así como las reacciones de Gobierno y oposición al nuevo documento presentado por César Gaviria a la mesa de negociación.
El banco central colombiano ha intervenido activamente en el mercado cambiario ante las presiones inflacionistas generadas por la debilidad de la divisa. Esta semana, el banco suspendió la subasta y el presidente Uribe indicaba su preferencia por mantener una divisa débil, para favorecer la reactivación de la economía. La coincidencia de ambas situaciones arrastró al peso a una caída del 4%. No obstante, parece que ni el banco central ni el Gobierno tienen en mente permitir depreciaciones adicionales.
Las economías latinoamericanas muestran, en general, signos de incipiente recuperación. Argentina creció un 5,2% en el primer trimestre de 2003. El PIB chileno ha aumentado un 3,5% en los tres primeros meses del presente ejercicio, lo cual constituye la cifra más elevada desde el segundo trimestre de 2001. En ambos casos, el crecimiento viene respaldado por un repunte de la demanda doméstica, si bien en Chile las exportaciones también han contribuido de forma significativa.
No obstante, dichos resultados deben ser matizados por una reducida base de comparación, el primer trimestre de 2002, y por un mayor número de días trabajados en 2003 respecto al año precedente, a causa del calendario de celebración de la Semana Santa.
Las tasas de crecimiento en Perú y México, por su parte, alcanzaron un 5,1% y un 2,3%, respectivamente, en el primer trimestre, por debajo de las expectativas, que situaban estas cifras por encima del 6% y del 2,7% en cada caso. La causa de dicho retroceso es la continuada debilidad de la economía estadounidense, a la que se encuentra estrechamente vinculada la mexicana, así como una caída del 57% de la actividad en el sector pesquero en Perú.
Mención aparte merece el caso de Venezuela. El banco central ha publicado cifras preliminares que indican que esta economía se ha contraído un 35% en el primer trimestre del presente año. Los factores determinantes de tan pobre resultado fueron, sin lugar a dudas, la huelga nacional de dos meses de duración y la escasez de divisas motivada por el férreo control cambiario impuesto por el Gobierno.