El miedo a la deflación y a la caída del dólar se instala en las Bolsas del mundo
Unos dicen que las economías japonesa, estadounidense y alemana han entrado en un proceso deflacionista claro. Otros, que están en el paso anterior, en el de la desinflación. Aquellos, que es sólo un alto en el camino y que ya hay indicadores adelantados que aventuran un segundo semestre mejor en términos de crecimiento económico. Los participantes en el mercado no saben, no contestan. Asisten mudos a esta ceremonia de planteamiento de términos. La mayor parte de ellos es la primera vez que se enfrenta a este fenómeno.
La economía de EE UU no registra deflación desde hace 48 años. Entre 1944 y 1955 hubo 89 meses en que los precios al consumidor, año a año, registraron tasas negativas, según datos de Bloomberg. La pregunta ahora es ¿qué hacer en estos tiempos?
Una de las citas que el mercado espera con mayor interés es la declaración de hoy de Greenspan ante el Congreso de EE UU. Dos semanas después de la inesperada alerta de la Reserva Federal sobre el riesgo de deflación, el presidente del banco tendrá la oportunidad de concretar la magnitud del peligro y ofrecer un diagnóstico más preciso de la situación. El testimonio se produce en un momento en que el nerviosismo por la deflación ha provocado una sacudida en Bolsa.
'La ausencia de datos económicos importantes en la semana sitúa la comparecencia de Greenspan como la principal referencia. ¿Qué puede decir? A riesgo de desilusionar, no esperamos grandes novedades', apunta José Luis Martínez, economista jefe en España de Citigroup.
'Utilizando los comentarios de Poole como referencia, probablemente volverá a enfatizar que el contexto actual (política económica expansiva, finalizada la guerra en Irak, crecimiento de la productividad) es muy propicio para la recuperación económica (...) ¿Y el riesgo de deflación? Mínimo, aunque es necesario mantener la vigilancia sobre la posibilidad muy real de que el ritmo de crecimiento de los precios mantenga la desaceleración de los últimos meses. En definitiva, más esperar y ver' .
Santiago Niño Becerra, catedrático de Economía, señala que 'la economía alemana corre riesgo de deflación; y la estadounidense; y puede que la francesa y la italiana. Vale, y ¿qué es la deflación? Fue una de las cosas que sucedieron en la depresión de los años treinta. Pero puede ser otra cosa en la actualidad'.
'Imaginemos que la productividad crece, crece y crece. La consecuencia inmediata será una bajada de precios generalizada de todos los bienes y servicios, la mayoría, en cuya producción haya aumentado la productividad, prácticamente todos', explica Santiago Niño. 'En esta mejora de la productividad habrá tenido importancia la reducción de mano de obra, trabajadores que, independientemente de que encuentren otro empleo con rapidez, no necesariamente vendrá acompañado de un salario semejante; además, las progresivas reducciones en el Estado de bienestar, forzarán a los ciudadanos a dedicar un porcentaje creciente de su renta a previsión, con lo que, a no ser que los precios decrezcan, el número de bienes consumidos descenderá. En una situación semejante, el descenso en los precios -la deflación- será necesario, el problema es que algo así supone cambios profundos en el sistema' apunta el catedrático.
El dólar es el otro foco de atención. Duisenberg y Welteke consideran que la subida del euro es positiva, pero entienden que influirá negativamente en la inversión. En EE UU, las contradicciones son similares. Nadie se pone de acuerdo.
Términos de moda en la jerga bursátil
La advertencia de Greenspan hace unas semanas, de que la economía estadounidense puede registrar una 'sustancial caída de precios', puso en alerta a los mercados. Aunque eludió mencionarlo explícitamente, se pudo leer entre líneas el término deflación, que desde entonces ha sido constante en los informes de estrategia de los principales bancos de inversión.¿Deflación o desinflación? Depende. 'Aunque es más frecuente el término deflación y es el único que recoge el diccionario académico, también hay documentación de desinflación en textos y en algunos diccionarios consultados', explican desde la Real Academia Española.Esta definición un tanto ambigua deja la puerta abierta a más aclaraciones. 'Desinflación es la caída de la tasa de inflación', afirma Stephen Gallagher, economista de Société Générale en EE UU. 'Recientemente se ha visto desinflación al pasar de un IPC en 2002 del 2,4% hasta el 0,8% en el primer trimestre de 2003'. Por su parte 'deflación es una caída continuada de los precios. Esto es diferente de una caída una sola vez para un bien, materia prima o industria en concreto'.'Desinflación no es lo mismo que deflación. En estos momentos la Fed advierte del riesgo de un descenso adicional (no deseado) de los precios.' dice José Luis Martínez, de Citigroup. '¿Qué es la deflación? Se puede definir como un descenso agregado y estable de los precios (...) Un descenso prolongado de precios, también una subida en exceso, puede llevar a desajustes que reduzcan el crecimiento'.