La resolución de EE UU para eliminar las sanciones de Irak relega a la ONU
Después de haber levantado su propio embargo contra Irak, Washington pretende eliminar todas las sanciones que le fueron impuestas en represalia por la invasión de Kuwait en 1991. De aprobarse en el Consejo de Seguridad, la medida pondría punto final al programa Petróleo por Alimentos, que desde diciembre de 1996 permitía a Irak exportar crudo para recibir bienes de primera necesidad bajo la supervisión de la ONU.
El borrador de resolución que apoyan EE UU, Reino Unido y España quita el protagonismo a Naciones Unidas, cuyo papel se limitará a tener un representante en el consejo encargado de controlar los ingresos por las exportaciones iraquíes, que estaría dominado por el BM y el FMI. Los ingresos, que irían a parar a un fondo de asistencia iraquí, se usarían para cubrir las necesidades humanitarias y la reconstrucción, y no se podrían usar para comprar armas.
El presidente del Gobierno español, José María Aznar, en su último día de viaje oficial a EE UU, dijo ayer que se está a punto 'de llegar a un acuerdo en la redacción' y que la resolución se presentará la semana que viene 'porque el hecho que motivaba estas sanciones ha dejado de existir'. Aznar dijo que la nueva resolución definirá el papel de la ONU en Irak 'no sólo en el ámbito humanitario, sino también político, institucional de presencia, económico y financiero', y debe 'ordenar las cuestiones relativas a la gestión de la Administración del Gobierno interino'.
El presidente del Gobierno, que ofreció una rueda de prensa tras entrevistarse con los líderes republicanos y demócratas en el Congreso, dijo que el levantamiento de estas sanciones debía hacerse de la forma 'más rápida posible y sin condiciones'.
El fin de las sanciones implicaría la interrupción de los contratos ya firmados por Irak bajo el programa Petróleo por Alimentos, que tienen un valor conjunto de 13.000 millones de dólares.
æpermil;sa es una de las razones por las que tres de los países beneficiados por estos contratos, Alemania, Rusia y Francia, se oponen a la resolución.
El subsecretario de Estado de EE UU, Kim Holmes, se reunió ayer en Moscú con el viceministro ruso de Exteriores encargado de la ONU, Yuri Fedótov, para ganar el apoyo de Rusia en el Consejo de Seguridad. El Kremlin ha pedido que antes de levantarse las sanciones se envíe de nuevo a los inspectores de la ONU para confirmar que no hay armas de destrucción masiva en Irak. El ministro ruso de Exteriores, Igor Ivánov, reiteró ayer que el levantamiento de las sanciones 'debe seguir las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad' y mostró su apoyo a la retirada de aquellas que 'impiden la solución de los problemas humanitarios'. Rusia distingue entre éstas y el resto, que, en su opinión, debe continuar bajo el programa Petróleo por Alimentos.
Ante el Comité Judío estadounidense, Aznar dijo que es necesario que 'Europa y EE UU trabajen juntos para preservar la seguridad y estabilidad internacionales. Compartimos la conveniencia de que la Alianza Atlántica siga siendo el pilar fundamental de la defensa de Occidente'. Aznar dijo que además de las tropas que hay en Um Qsar en tareas de apoyo logístico y humanitario 'pronto más tropas españolas contribuirán en las tareas de seguridad y estabilización de la zona'.