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Inmobiliario

Metrovacesa y Bami aceleran su fusión tras fracasar la opa de Caltagirone

Bami y Metrovacesa retomaron ayer mismo los trámites para realizar una fusión que podría estar concluida antes del verano y que pretende evitar la posibilidad de que algún otro grupo nacional o internacional vuelva a lanzar una opa que dé al traste con estos planes. Tras conocerse el fracaso de la oferta lanzada por los grupos italianos Caltagirone y Marchini, tanto Bami como Metrovacesa se apresuraron a poner en marcha todo el mecanismo de integración. De hecho, la semana que viene se reunirá el consejo de Metrovacesa para llevar a cabo una reorganización dentro del propio consejo.

La fusión entre Metrovacesa y Bami se había iniciado meses atrás y, cuando estaban en pleno proceso de valoración de las compañías, fue cuando las dos sociedades italianas Quarta (Caltagirone) y Astrim (Marchini) lanzaron por sorpresa la opa. Por tanto, el fracaso de esta operación coincide con los tres meses del lanzamiento de la opa, el pasado 22 de enero, a un precio de 25 euros y por el 75% de su capital social. Posteriormente y ante la imposibilidad de que la operación culminara con éxito, ya que tanto Bami como otros accionistas se opusieron frontalmente a la operación, el consorcio italiano elevó el precio hasta los 27 euros por título y amplió la oferta hasta el 100% del capital, aunque condicionada a un mínimo del 50% más una acción.

Fuentes de Bami (primer accionista de Metrovacesa con el 24,99%) expresaron ayer su 'satisfacción por el rechazo del mercado' a la opa que los grupos Caltagirone y Marchini lanzaron sobre Metrovacesa y que se ha logrado sólo el 23,23% del capital. Este porcentaje fue considerado insuficiente por los italianos que habían fijado un límite mínimo superior al 50% para dar validez a la oferta.

En un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores los oferentes acreditan su 'decisión de no renunciar al referido límite mínimo', lo que se traduce en la intención de no hacerse con ningún título de Metrovacesa, con lo que la opa queda completamente sin efecto. No obstante, las compañías italianas se harán cargo de los gastos ocasionados a los accionistas que sí acudieron a la oferta.

Inferior a lo previsto

Aunque ya la semana pasada se daba por seguro el fracaso de la opa, una de las sorpresas que ayer señalaban fuentes del mercado fue el escaso porcentaje de adhesión que lograron Caltagirone y Marchini, cuya oferta de 27 euros fue considerada insuficiente por muchos accionistas. En el mercado se había apostado por un mayor acercamiento al 50%, aunque en ningún caso se consideró la posibilidad de que superara este porcentaje, pese a que la oferta pública de adquisición se había hecho por el 100% de la compañía.

Una de las actuaciones claves fue la del fondo de pensiones holandés PGGM, segundo accionista de la inmobiliaria española con el 10,5% del capital, que calificó de bajo el precio ofrecido por los italianos y que no descartó acudir a una nueva opa si se trataba de un precio superior. En todo caso, esta cantidad debía ser ofrecida a todos los accionistas y no sólo al fondo holandés, lo que dificultaba la acción de los italianos.

Respiro para Bami

El rechazo del mercado a la oferta presentada por Caltagirone y Marchini supone un respiro para Bami, que entró en el capital de Metrovacesa en julio del año pasado al comprar el paquete que el BBVA tenía en la inmobiliaria y que representaba el 23,9% de las acciones. La entidad bancaria se quedó, no obstante, con un 1,13%.

Bami pagó entonces 36,55 euros por acción, lo que supuso un desembolso total de 545,4 millones de euros.

En el proceso de opa que concluyó ayer, es decir, desde finales del pasado mes de enero, Bami ha incrementado ligeramente su participación hasta quedarse con el 24,99%, el límite permitido por la ley.

De hecho, una de las figuras claves en el fracaso de la opa ha sido el presidente de Bami y Metrovacesa, Joaquín Rivero, que consiguió aunar la voluntad de un conjunto de inversores para evitar que la segunda inmobiliaria española cayera en manos extranjeras. Rivero ha logrado controlar Metrovacesa pese a que Bami es tres veces menor en tamaño.

Para ello ha contado ya otras veces con el apoyo de un grupo financiero encabezado por 14 pequeñas cajas de ahorro y el Banco Popular (accionistas de Bami) que se comprometieron, si llegaba el caso, a suscribir una ampliación de capital para liquidar el crédito de compra de Metrovacesa.

Bami, que ya anteriormente había adquirido Zabálburu, arrastraba una deuda estimada de unos 900 millones de euros por su política de compras.

Metrovacesa ya reconoció por primera vez formalmente ante la CNMV que estudiaba su fusión con Bami en diciembre del año pasado.

En un hecho relevante del 4 de diciembre, la empresa señalaba que 'el consejo de administración de Metrovacesa encargó en su día al banco de negocios Merrill Lynch un estudio de una posible reordenación de su estructura societaria y de las ventajas que podrían derivarse de una integración con su accionista Bami' y que, en el caso de que dicha unión fuese ventajosa, podría preparar también un proyecto de integración.

En aquel momento, Metrovacesa afirmaba que Merrill Lynch no había terminado el encargo y que no había aún plan de integración alguno. Tras la opa de Quarta y Astrim, la fusión con Bami se ha planteado abiertamente como una alternativa a la oferta italiana.

Baile accionarial a la zaga de la oferta

La evolución de la cotización de Metrovacesa durante las últimas semanas ha hecho que aquellos accionistas que tenían la intención de vender lo pudieran hacer a precios que oscilaron entre los 26,22 y los 23,23 euros durante el mes de abril. El máximo llegó a fijarse en los 26,80 euros del cierre del 4 de abril, lo que supone prácticamente el mismo precio que el ofrecido por el consorcio italiano, mientras que el mínimo se registró justo el día en que finalizaba el plazo para acudir a la opa (el 15 de abril) después de que Metrovacesa cayera en Bolsa un 3,7%.Con esta banda de precios, se ha producido un baile accionarial en el que han salido algunos accionistas de peso en tanto que otros han aumentado su participación. Mientras que el fondo Abu Dhabi ha renunciado a su participación en Metrovacesa saliéndose del capital, la inmobiliaria andaluza Expo-An, propiedad del empresario Luis Portillo, por ejemplo, ha acudido al mercado para ampliar su porcentaje que ha elevado hasta el 5,214%, según confirmaron ayer fuentes de Bami.También la inmobiliaria catalana Sacresa ha ampliado su peso hasta el 9,3%, incluido una opción de compra por el 5,218% del paquete accionarial de Cartera Deva, que también decidió salirse de la sociedad cotizada.Otra inmobiliaria, HC (filial de la caja andaluza El Monte), ha situado su participación en el 2%, mientras que la propia entidad bancaria controla el 3% de Metrovacesa.En todo caso, Bami continúa siendo la compañía que tiene un mayor porcentaje de acciones con el 24,99%, según señalaron ayer fuentes de la empresa que preside Joaquín Rivero (presidente a su vez de Metrovacesa).Bami se mostró desde el primer momento contraria a la entrada del consorcio italiano, propietario de las sociedades Quarta y Astrim. Por este motivo, ayer fue el primero en retomar la fusión con Metrovacesa.

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