Los satélites se pierden en medio de la crisis
La crisis ha llegado al sector de los satélites. Caída de ingresos, problemas de financiación, pérdida de clientes... Las empresas han tenido que ajustar sus estrategias con el lanzamiento de nuevos servicios.
El año 2002 no fue bueno para el sector de las comunicaciones vía satélite. Según el informe anual de la patronal estadounidense de esta industria, la Asociación de la Industria de Satélites (SIA), el crecimiento de los ingresos fue de sólo un 7% (hasta 48.000 millones de euros) frente a un incremento medio del 15% en los seis años anteriores y muy lejos del aumento del 19% logrado en 2001. La facturación en el segmento del alquiler de transpondedores permaneció invariable en relación a 2001, situándose en 7.000 millones de euros.
Estos datos globales tuvieron su reflejo en los resultados de algunas de las grandes empresas en 2002. Por ejemplo, la facturación de Intelsat cayó un 8,5%, hasta 980 millones de euros. No es el único caso, los ingresos de la holandesa New Skies se redujeron un 4%, mientras que los de Inmarsat apenas se incrementaron un 5%. Ses Astra aumentó los ingresos un 38%, si bien 2002 fue el primer año en el que consolidó en sus cuentas a GE Americom, adquirida en 2001.
¿Cuáles son los motivos de este freno? Hay varios. Según fuentes de Hispasat, la crisis que viven las telecomunicaciones, unida al exceso de capacidad satelital existente debido al gran número de lanzamientos de satélites en los últimos años, ha afectado negativamente al negocio.
En una línea similar, Albert Martí, director general en España de Ses Astra, culpa al estancamiento del mercado audiovisual, 'que está plano'. Para él, este frenazo es especialmente serio si se tiene en cuenta que es este subsector el negocio principal y más estable de los operadores de satélites. Según otros expertos, la fusión de plataformas es una amenaza para las cuentas de resultados de las sociedades de satélites. Sin ir más lejos, la integración en España de Sogecable y Vía Digital podría significar a medio plazo una merma de ingresos para Ses Astra o Hispasat. Los directivos de la nueva Sogecable señalaron en una conferencia con analistas que, de momento, emplearían las dos constelaciones, aunque indicaron que la tendencia sería la progresiva reducción de costes para que el gasto final por el empleo de ambas no superara el de la contratación de una sola constelación.
Claro que éstos no son los únicos clientes que han perdido las empresas. Sociedades como Intelsat han visto cómo empresas de telecomunicaciones que en años anteriores les alquilaban mucha capacidad de sus satélites han cerrado. Por ejemplo, Worldcom, actualmente en quiebra (aunque intentando levantarla), supuso en 2001 un 5% de los ingresos de Intelsat. Y no es el único caso.
Este deterioro del negocio, unido a los gastos contraídos por las empresas en el lanzamiento de satélites durante los últimos dos años, ha provocado que estas firmas hayan tenido que realizar ajustes. Así, Inmarsat, New Skies o Globalstar, entre otras, procedieron en 2002 a un recorte de sus costes de explotación.
Avalancha de nuevos servicios de satélite
En los últimos meses, Ses Astra ha empezado a ofrecer capacidad satelital a grandes productoras de televisión y a pequeños programadores. También se ha lanzado en el área de ancho de banda con su servicio de ADSL, utilizado por Deutsche Telekom o Netsystems.com.
Ses Astra ha desarrollado el webcast, un servicio de multidifusión pensado para que las grandes compañías distribuyan contenidos. Un ejemplo del webcast es Sat@Once, que tiene 40.000 usuarios. Ses Astra se ha unido a operadores terrestres, y uno de sus clientes es Neosky.
Hispasat ha lanzado el acceso a Internet bidireccional y conectividad IP. Ya tiene clientes como Retevisión, Adsatcom o Telecom Castilla-La Mancha. Eutelsat, por su parte, ha preparado los servicios de acceso a Internet. Sus directivos se han planteado pedir subvenciones a la UE para abaratar costes, en un intento de hacer frente a revendedores de capacidad como Aramiska que empiezan a hacerse sitio.
Inmarsat lanzó su servicio de banda ancha para móviles con la tecnología GPRS. Intelsat adquirió Wildblue Communications, mientras que Hughes lanzó en EE UU el DirecTV DSL, captando 151.000 usuarios y facturando 60 millones de euros.