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Guerra en Irak

Moscú pone en cuestión los planes de 'liberación' diseñados por Washington

Rusia volvió a criticar ayer con dureza los planes de EE UU para Irak, por considerar que la supuesta 'liberación' del pueblo iraquí contraviene la legalidad internacional y es, por tanto, una afrenta 'para todo el mundo'. De ahí que no esté claro que el Consejo de Seguridad de la ONU autorice a la organización a jugar un papel en el Irak post-Sadam, algo que los más críticos entienden como una legalización de la invasión.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Igor Ivanov, criticó ayer con dureza la operación militar de Estados Unidos contra Irak y acusó a Washington de desafiar a la opinión pública mundial. 'Lo que EE UU está haciendo no sólo desafía a Irak, sino al mundo entero', dijo en una declaración ante la Cámara alta rusa.

Ivanov fue más allá al asegurar que la realidad ha puesto en su sitio a EE UU. 'Está quedando claro cuán lejos de la realidad estaban sus intentos de presentar la acción militar contra Irak como una marcha triunfante para la liberación del pueblo iraquí con bajas y destrucciones mínimas', aseguró.

La crisis iraquí ha abierto una profunda brecha en las relaciones entre Rusia y EE UU, que habían resultado privilegiadas tras el 11-S por el apoyo incondicional de Moscú a la estrategia contra el terror de la Casa Blanca.

De hecho, la Duma volvió a aplazar ayer la ratificación del tratado de destrucción de armas nucleares e Ivanov apuntó que la votación en la Cámara no se volverá a repetir en breve.

Rusia, Francia y otros países del Consejo de Seguridad ponen en cuestión el papel que debe desempeñar la ONU en el Irak post-Sadam. Las potencias críticas con la guerra sostienen que si la ONU interviene como administrador temporal del país y canaliza las labores y los planes de reconstrucción del mismo, sería una forma de validar la guerra preventiva impulsada por EE UU y la invasión consiguiente como grave precedente político internacional para el futuro.

El presidente de EE UU, George Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, se reunieron anoche en Camp David, con el futuro papel de la ONU en Irak como punto destacado de la agenda. Especialmente para Reino Unido.

Plan Marshall para Bagdad

Tanto París como Moscú temen quedar fuera de los planes de reconstrucción del país, donde ambas han desarrollado importantes intereses comerciales a lo largo de muchos años. Londres también lleva una queja al respecto a su reunión con Bush, dado que los contratos iniciales de reconstrucción han sido otorgados en exclusiva a empresas estadounidenses. Y, al menos en esta primera fase, lo seguirán siendo.

La estadounidense Agencia para el Desarrollo Internacional (ADI) explicó ayer que los primeros planes para la reconstrucción iraquí ascienden a 1.900 millones de dólares, frente a los 500 destinados a ayuda humanitaria. Según la ADI, las leyes estadounidenses sólo permiten contratar con empresas estadounidenses, aunque éstas sí pueden subcontratar con empresas extranjeras. El administrador de la ADI, Andrew Natsios, aseguró que EE UU nunca había gastado tanto dinero en un país en un año. Este esfuerzo, dijo, 'sólo puede compararse al Plan Marshall', afirmó Natsios.

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