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Gastos Irak

El Senado de EE UU reduce 100.000 millones el recorte fiscal

Tras la aprobación en la última hora del viernes del proyecto de presupuestos para 2004 por parte del Senado y una vez que este proceso se completó un día antes en la Cámara Baja, el presidente parece dispuesto a presentar ante los legisladores una estimación del coste de la guerra. Hasta ahora, la Casa Blanca se había negado a dar este dato, crucial para cerrar las cuentas y gastos del Estado, argumentando que no se conocía por no saberse la duración del conflicto y por haber complicado la estrategia militar al mandar señales del esfuerzo económico.

Pero tanto demócratas como republicanos, que la semana pasada aprobaron las líneas generales de discusión de estas polémicas cuentas del Estado, que aún deben ser consensuadas por ambas cámaras, han expresado su malestar por trabajar sobre un presupuesto irreal que no contabilizaba los gastos reales mientras se rebajan los impuestos.

Precisamente por esto, la Cámara Alta, donde demócratas y republicanos moderados se han opuesto ferozmente a la rebaja fiscal de Bush, cifrada en 726.000 millones en 10 años, aprobó a última hora del viernes una moción que la recortar en 100.000 millones para afrontar estos desconocidos costes bélicos.

La propuesta, que salió adelante con el apoyo de 52 senadores y el voto contrario de 47, fue presentada por el demócrata Rusell Feingold. æpermil;ste argumentó que el Congreso 'no puede considerar esta situación como la normal' y han de hacerse frente a cuestiones excepcionales. Estos 100.000 millones que no se recortan de los impuestos son una reserva para la acción militar y la ayuda humanitaria y de reconstrucción en Irak.

A lo que ya no se atrevió el Senado es a aprobar una propuesta para reducir el recorte de impuestos hasta 350.000 millones como propuso una importante facción de moderados republicanos y demócratas. Estos últimos, inicialmente opuestos a los recortes fiscales, especialmente en un momento de crisis, hubieran preferido que no se planteara ningún recorte pero como dijo uno de los ponentes de esta moción, el demócrata John Breaux, 'no reducir impuestos no es popular'. El senador republicano John MacCain es uno de los más feroces enemigos del presupuesto de Bush y no es el único republicano.

La senadora demócrata Hillary Clinton llegó a plantear que cómo se iba a hacer frente a la reconstrucción de Irak y dar educación, sanidad y alimentos a su población, cuando precisamente estas carencias no se van a cubrir ni siquiera en EE UU con un presupuesto centrado en el recorte de impuestos en los dividendos (algo que afecta positivamente a los más afortunados y profundiza el déficit del Estado) como el que salió del Senado.

Algunas asociaciones le dieron la razón a la senadora. En concreto, la Asociación Nacional de Centros de Salud emitió el sábado un comunicado en el que aseguraba que la situación de la salud pública es delicada en un país con 42 millones de persona sin seguro médico y el presupuesto de 2004 sólo va a complicar más las cosas.

En la versión aprobada por la Cámara de Representantes se dejan intactos los recortes de impuestos perseguidos por Bush, pero se rebajan los gastos. Una de las partidas más afectadas es la dedicada al Medicaid, la sanidad para los pobres, que se recorta en 270.000 millones en la próxima década. Algunos congresistas republicanos que han apoyado este presupuesto esperan que en la fase de conciliación de los proyectos de las cámaras se replantee el capítulo de gastos.

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