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Divisas

El dólar avanza al ritmo de la ofensiva hacia Bagdad

Tan sólo han hecho falta unas cuantas jornadas, y un poquito menos de incertidumbre, para que el dólar haya retomado la senda alcista con respecto al euro, a medida que el flujo de capitales ha regresado con fuerza a los mercados estadounidenses. El rebote alcista vivido por Wall Street desde el jueves día 13 ha permitido, de hecho, una revalorización del dólar frente al euro superior al 4%. Un euro se cambiaba ayer por 1,055 dólares.

Los analistas achacaban ayer este comportamiento a las noticias provenientes del escenario bélico y que parecen dar por hecho que las tropas estadounidenses podrían tomar Bagdad en unos cuantos días. Ello favorecería una guerra corta, escenario por el que clama el sector financiero para evitar mayores daños a unas economías que no dan síntomas de recuperación.

El flujo de dinero hacia la renta variable estadounidense ha permitido que el país reciba diariamente los 1.500 millones de dólares necesarios para compensar el déficit récord de la balanza por cuenta corriente del país.

Los expertos recuerdan que el déficit presupuestario y el de la balanza por cuenta corriente de EE UU siguen siendo un lastre para la divisa

Según datos de UBS Warburg, a lo largo de la semana pasada, los inversores internacionales compraron hasta 512 millones de dólares netos en acciones estadounidenses, frente a unos reembolsos semanales de 710 millones en febrero.

Con la divisa, sin embargo, sucede como con el resto de mercados. A pesar del optimismo reinante en las últimas sesiones, persisten dudas económicas más allá de la guerra, que podrían mantener la debilidad del dólar frente al euro.

En los últimos tiempos los mercados de divisas se han acostumbrado a las súbitas oscilaciones del tipo de cambio euro-dólar, dependiendo de las noticias, con tendencia sostenida a favor de la moneda europea.

Los expertos afirman que el déficit presupuestario y de la balanza por cuenta corriente, así como el abandono de una política del dólar fuerte por Washington son un lastre para la divisa, que será más evidente cuando haya concluido la guerra en Irak.

En mercados como el de Fráncfort, los analistas apuestan por la moneda única, porque la enorme necesidad de capital que tendrá EE UU después de la guerra debilitará al dólar, aunque no puede descartarse que a raíz de la presente campaña militar, Europa caiga en una recesión económica más profunda.

Según Antonio Castell, analista de Safei, la estabilidad del dólar frente al dólar debería fijarse en un margen situado entre los 1,05 y 1,10 dólares, lo que posibilitaría en el corto plazo una mejora en los indicadores económicos.

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