El nacionalismo da una de cal y otra de arena
Un año queda de legislatura y el Gobierno sufre el periódico abandono de sus socios nacionalistas en votaciones de relieve. CiU y Coalición Canaria (CC), con 19 diputados en conjunto, le han negado el apoyo en la reforma de la Ley de Extranjería, la Ley de Calidad de la Enseñanza, el Decreto de Prestaciones por Desempleo, finalmente vaciado de contenido, la gestión de la crisis del Prestige, la reforma del Código Penal y, sobre todo, el conflicto con Irak. El Gobierno no se resigna a quedar arropado sólo por sus 183 diputados, aunque asume que los nacionalistas darán una de cal y otra de arena.
'Está claro que se ha abierto una brecha entre nosotros y que hay una merma de confianza. Pero lo que suceda a partir de ahora sólo depende del Gobierno, porque desde CiU no hemos roto ningún pacto', afirma Jordi Jané, uno de los portavoces de la coalición, extrañado de que Aznar reclame colaboración parlamentaria 'cuando ha sido él quien ha traicionado el espíritu que existía'.
Sin embargo, CiU descarta poner al Gobierno contra las cuerdas y oficiar el divorcio con el PP, en parte por la ayuda que obtiene de este partido en Cataluña, que le permitirá llegar al mes de octubre sin contratiempos en el Parlamento autonómico.
Ante la hipótesis de que el PSOE aprovechara la crisis de Irak para sumar a toda la oposición hacia una moción de censura contra el Ejecutivo, Jané afirma: 'Este supuesto no está en nuestra agenda, la iniciativa corresponde al PSOE y, si se cumpliera, tendríamos que definirnos'. Tampoco considera Jané obligado que el Gobierno se someta a una cuestión de confianza en el Parlamento en el supuesto de que llegara a respaldar la guerra contra Irak sin la cobertura de la ONU y con el exclusivo acompañamiento de EE UU y Gran Bretaña. 'Este paso se debe dar cuando haya una duda razonable de que se ha perdido la confianza del Congreso, pero hay que recordar que el PP tiene mayoría absoluta. Otra cosa es que en un test de legitimación popular Aznar la obtuviera...', añade Jané.
Para el presidente de Coalición Canaria, Paulino Rivero, es difícil predecir cómo evolucionará la relación con el Gobierno. No obstante, advierte que 'el balance global de la colaboración es muy positivo'. Los nacionalistas canarios gobiernan en las islas con el apoyo externo del PP, que mantuvo tres consejeros hasta 2000. La dependencia de Coalición Canaria de los populares va más allá, puesto que están subordinados a ellos para consolidarse en numerosos Gobiernos municipales. Un cambio de alianzas en Madrid en el supuesto de que el PSOE ganara las elecciones de 2004 debilitaría el poder de CC en las corporaciones y cabildos, según se reconoce en medios nacionalistas. Tanto Jané como Rivero hablan bien de sus interlocutores en el Gobierno, principalmente de los vicepresidentes, Mariano Rajoy y Rodrigo Rato, y también del secretario general del PP, Javier Arenas. El tono cambia cuando lo hacen de Aznar. Para el diputado de CiU, el presidente exhibe un talante autoritario 'que debilita los cauces de negociación'.
33 proyectos en trámite
Ello no quiere decir que el PP se vaya a quedar sin la tradicional escolta nacionalista en los 33 proyectos de ley que se tramitan en la actualidad en el Congreso, pues tanto CiU como CC los abordarán según los intereses de sus respectivas comunidades. Cataluña maneja este año un Presupuesto de 16.298 millones de euros y Canarias de 4.400 millones. Hasta ahora, los incumplimientos presupuestarios del Gobierno central son mínimos, según se reconoce en ambas instancias.
El malestar en el Ejecutivo por el plante de los nacionalistas en algunas votaciones es notorio, pero se ve amortiguado por el reconocimiento de que, en algunos casos, no les han dado la atención debida. A juicio de Javier Arenas, 'las divergencias no deben alterar los compromisos contenidos en el acuerdo global de legislatura'.