_
_
_
_
Lealtad, 1

Los futuros dominan la situación

La pujanza de instrumentos financieros vinculados a los futuros y derivados resalta en situaciones en que el inversor final está ausente, como ahora. Estos instrumentos no saben, ni quieren, de fundamentos económicos, sociales o empresariales. Se limitan a seguir el dictado de fórmulas matemáticas concretas que intervienen minuto a minuto, segundo a segundo, en la tendencia de los índices. Y no hay más que considerar.

La operativa con derivados domina la situación de las principales Bolsas del mundo y ello explica el auge de la volatilidad en el día, con diferencias que a mediados de la semana pasada, y con mayor presión el miércoles, llegaron a ser del 5% en el Stoxx y del 8% en la Bolsa alemana. En ese día no hubo hecho significativo de tipo alguno. Sólo cambios de humor en los derivados y, por tanto, en la proyección de los índices.

Esta forma particular de ver las cosas de la Bolsa no está muy generalizada. En España las principales sociedades de Bolsa que juegan con recursos propios tienen dos turnos de expertos en la materia. Se calcula que cada día intervienen en el mercado español unos 150 operadores en futuros.

El peligro, cara al inversor, está en caer en la red de estos expertos, en los cantos de hadas, porque la vida media estimada de un particular que compra y vende futuros es de unos 14 meses, es decir, en ese periodo ha perdido todo lo apostado, mientras los operadores (traders) aguantan toda la vida.

Hay más datos en esta industria especial. Los comienzos de mes suelen ser alcistas, porque los traders convencen a sus clientes de las oportunidades que ofrece el mercado según lo observado el mes anterior. La tendencia se torna más vendedora a medida que pasa el mes, porque los traders necesitan hacer caja, es decir, conseguir corretajes. La Bolsa, en fin, no existe.

Archivado En

_
_