Bruselas elogia el programa de estabilidad de España
El Prestige es casi el único reproche de la Comisión a las previsiones presupuestarias presentadas por el Gobierno español, que hoy recibirán un aprobado alto por parte del organismo comunitario. El programa de estabilidad español, según el borrador del análisis de la Comisión, respeta el objetivo de equilibrio presupuestario, aunque lo retrasa dos años, hasta 2003. Si bien, según Bruselas, las previsiones del Gobierno para este ejercicio adolecen de un optimismo poco realista tanto en crecimiento (3%) como en déficit (0%), el escenario macro resulta prudente.
El único reproche nuevo a esta actualización del programa de estabilidad (obligatoria desde 1997) se encuentra en el retraso en su presentación. El Gobierno español rebasó en cuatro semanas el plazo máximo de remisión (que expiró el 1 de diciembre) y adujo en su defensa el inesperado desastre ecológico provocado en noviembre por el hundimiento del Prestige. El programa, sin embargo, no contiene ninguna referencia al impacto presupuestario de un accidente que, según los cálculos actuales del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, costará al menos 1.000 millones de euros a las arcas públicas. Casi un 0,1% del PIB que el Gobierno ha hurtado a la revisión comunitaria.
La Comisión, como en años anteriores, echa en falta además una revisión exhaustiva del sistema de pensiones para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo, reclama un aumento de la competencia en el sector servicios para frenar la inflación y alerta sobre la caída de la productividad en relación con el resto de países europeos.
La Comisión se congratula, en cambio, por la entrada en vigor a partir de este año de la Ley Presupuestaria que extenderá la disciplina fiscal a las Administraciones autonómicas y locales. También constatan una ligera mejoría en la calidad de la información remitida por el Ministerio de Economía, aunque siguen denunciando la falta de rigor de algunos datos, como el hecho de que se mantengan intactas las previsiones de crecimiento (3%) para el periodo 2004-2006, omitiendo la ralentización de la economía mundial.
La Comisión destacó los progresos logrados por España en la consolidación de sus finanzas públicas, pero lamentó que 'no se haya tomado ninguna medida de importancia para volver a examinar, como se había recomendado, el conjunto del régimen público de jubilación con el fin de promover su viabilidad a largo plazo'.
'La sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas continúa siendo una de las principales causas de preocupación' por lo que respecta a España, debido 'a los desarrollos demográficos adversos previstos para las próximas décadas' y a 'la falta de reformas de los principales parámetros del sistema público de pensiones', indica.
Según los cálculos barajados por Bruselas, el gasto español en pensiones subirá del 9,4% del PIB en 2000 hasta casi el 18% en 2050, con un empeoramiento entre 2020 y 2030.