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Consumo

Estadística comenzará a publicar en los próximos meses un IPC sin tabaco

El Gobierno ha incluido en el Plan Nacional para la Prevención del Tabaquismo, elaborado por el Ministerio de Sanidad, la necesidad de excluir el tabaco de la medición del índice de precios de consumo (IPC). Pero esta propuesta, que resucita una ya presentada por Sanidad cuando era ministra Celia Villalobos y respaldada por el Ministerio de Economía, no supone que el Instituto Nacional de Estadística deje de elaborar el IPC incluido el tabaco.

Estadística está obligado a publicar el IPC con tabaco incluido por imperativo comunitario, ya que la norma de Eurostat (la oficina europea de Estadística) obliga a armonizar los sistemas de cómputo de la evolución de precios para todos los países de la Unión Europea. Pero no puede ser excluido, además, por imperativo normativo, ya que el INE incluye en la cesta de productos y servicios del IPC a todos los productos y servicios que unitariamente tengan un gasto medio que supere el tres por mil del consumo de los hogares. Y el tabaco absorbe más del tres por mil del gasto de las familias españolas.

Sin embargo, tal como ya hacen otros países europeos, el Instituto Nacional de Estadística elabora ya un indice de precios excluyendo la repercusión del tabaco. Y a partir de los próximos meses comenzará a publicarlo como una variable más del índice de precios de consumo por grupos especiales, igual que hace público el IPC sin alquileres o el IPC de servicios.

Estadística dispone de la evolución del índice de precios sin tabaco al menos desde 1993. En tal periodo, el índice general de precios de consumo ha acumulado una subida del 33,8%; por contra, el indice que excluye el peso del tabaco ha acumulado un crecimiento total de 32,8%. Por tanto, la aportación del tabaco en el indice de precios ha sido de un punto en 10 años, una media de una décima por año.

Esta aportación, que ha estado ocasionada tanto por la subida de precios del producto como por las actualizaciones del impuesto especial del tabaco, no parece excesiva como para justificar una separación del índice, tal como pretende el Gobierno. Sin embargo, el Ejecutivo está tratando de evitar la carga inflacionista que tendrá la armonización fiscal europea del tabaco, aprobada ya por la autoridad comunitaria, y que debe culminar en el ejercicio 2008.

Dos pasos en 2005 y 2008

La imposición mínima del tabaco ha quedado fijada para todos los países de la Unión Europea en 60 euros por cada mil cigarrillos de la marca más vendida en un principio y llegará a 64 euros por cada mil cigarrillos en julio de 2006.

No obstante, España ha negociado una pequeña moratoria en este calendario de armonización, de tal manera que la primera subida se producirá en enero de 2005, y será de 0,19 euros por cajetilla de 20 cigarrillos, y la segunda subida será de 0,078 euros por cada paquete de cigarrillos en enero de 2008.

A estos ajustes en la imposición indirecta sobre el tabaco hay que sumar las subidas que los fabricantes y comercializadores del tabaco añadan, lo que puede provocar significativos avances de la inflación. En el año 2002, por ejemplo, la presión sobre los precios del tabaco fue exclusivamente imputable a la subida del impuesto especial (accisa); este avance supuso que el precio final del tabaco subiese un 5,5% y que aportase 0,15 puntos del agregado del IPC.

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