Estrategias sintéticas
Por sintético, de manera general, entendemos algo que no es real o genuino. Cuando estamos en el mundo financiero algo sintético se refiere a una posición cuyo perfil de riesgo (o beneficios y pérdidas potenciales) es el mismo que otra posición, pero que se crea o elabora con elementos distintos, por ejemplo, con instrumentos derivados. Combinando acciones, opciones de venta (puts) y opciones de compra (calls) podemos obtener seis estrategias básicas diferentes estando cortos y largos cada vez en cada producto. En el ejemplo más sencillo, la posición básica o real sería acciones compradas, como el caso de adquirir 100 telefónicas. La posición sintética la crearíamos comprando una opción de compra (call) y vendiendo una opción de venta (puts) sobre Telefónica. Ambas posiciones dan lugar al mismo flujo de pérdidas y beneficios, pero ¿por qué preferir tener la posición sintética en vez de adoptar la más simple o directa? Veamos por qué.
Siguiendo con el ejemplo de las telefónicas, el coste de adoptar una posición larga, por ejemplo, de 100 acciones, será igual a 1.013 euros, con el precio de mercado de 10,13 euros del jueves. Si por el contrario creamos la posición sintética, deberemos comprar una acción call y vender una opción put. Por 0,62 euros por acción podemos comprar la opción call con vencimiento en marzo y precio de ejercicio 10 euros sobre Telefónica. A la vez podemos vender la opción put con el mismo precio de ejercicio y mismo vencimiento por la que ingresamos 0,7 euros por acción. De la misma manera que si se tratase de 100 acciones compradas, cuando el precio de Telefónica sube ganamos por la call, y si cae perdemos por la put vendida.
Uno de los beneficios de efectuar estrategias sintéticas es que en el momento inicial ya tenemos un ingreso de 0,08 euros por acción, aunque esto dependerá de las opciones escogidas. La causa principal de por qué en ocasiones es mejor la estrategia sintética, como se puede ver, es que si compramos 100 telefónicas desembolsamos 1.013 euros, mientras que si la recreamos con opciones conseguimos incluso una cantidad al principio. Lógicamente, en MEFF nos piden unas garantías por las posiciones abiertas, pero éstas suelen representar sólo el 15% del valor total del contrato.
Algún inversor puede considerar que realizar esta posición sintética viene a ser lo mismo que hacer una compra a crédito, pero no es cierto. En operaciones a crédito hay que pagar unos intereses, mientras que con opciones depositas unas garantías por las que no se cargan intereses, es más, las garantías se remuneran.
Flexibilidad y rapidez
Otras ventajas adicionales de efectuar operaciones sintéticas son la flexibilidad y rapidez de actuación que permiten. El inversor de la posición, sobre la marcha, puede reducir o aumentar la volatilidad, introducir calls y puts que transformen la estrategia en otra más complicada, jugar con la pérdida de valor que tienen las opciones con el paso del tiempo, es decir, permite conseguir mayor rapidez y versatilidad, aunque habrá que tener en cuenta el aumento de las comisiones o costes de transacción.
Tal como hemos dicho al principio, se pueden conseguir hasta seis estrategias básicas sintéticas, aunque algunas son bastantes complicadas. No todas dan un ingreso inicial por diferencia de las primas e incluso pueden resultar bastante arriesgadas. Otro ejemplo parecido al que hemos desarrollado es la venta de una acción. Sintéticamente se crearía vendiendo una call y comprando una put. Los ingresos o pérdidas que generará serían como el de estar vendido en acciones.
En conclusión, existen algunos beneficios de realizar posiciones sintéticas que no se pueden pasar por alto, pero el inversor deberá examinar los riesgos de cada posición y ver si encaja con sus perspectivas del mercado y tolerancia al riesgo.