Chávez rechaza celebrar comicios anticipados, pese a la larga protesta
El Gobierno venezolano, presidido por Hugo Chávez, expresó ayer su voluntad de agotar la legislatura, que expira en 2006, y reiteró su rechazo a adelantar las elecciones, pese a que el país vive ya su séptima semana de paro nacional.
El vicepresidente José Vicente Rangel convocó ayer a los corresponsales extranjeros para informarles de la disponibilidad del Gobierno a llegar a un consenso con la oposición en la 'mesa de negociación y acuerdos', presidida por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria.
Otra iniciativa mediadora es la del grupo de países amigos de Venezuela, en el que Chávez rechaza la inclusión de EE UU, y la oposición, la de Brasil. Por otra parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que ayer volvió a pedir una solución constitucional, se reunirá mañana en Nueva York con el mandatario venezolano.
La oposición, liderada por la patronal Fedecámaras y el sindicato CTV, lidera la protesta que busca la convocatoria de elecciones anticipadas y la renuncia de Chávez, al que acusan de llevar al país a la ruina. La huelga comenzó el 2 de diciembre y ya ha provocado unas pérdidas a la compañía petrolera estatal, PDVSA, de 4.000 millones de dólares (3.785 millones de euros), según informó ayer el ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez.
Una de las fechas clave es la del próximo 2 de febrero, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha convocado un referéndum consultivo sobre la gestión del presidente Chávez. El Gobierno rechaza la convocatoria porque dos de los miembros que aprobaron la resolución 'son juez y parte, reciben órdenes directas de Fedecámaras y de la CTV', según explicó en Madrid el lunes pasado el diputado oficialista William Lara, informa Fernando Martínez.
Referéndum revocatorio
El Gobierno se remite a un referéndum revocatorio, previsto por la Constitución para la mitad del mandato, es decir, para agosto de este año. El presidente de la patronal, Carlos Fernández, ya señaló hace dos semanas en una entrevista a Cinco Días que la oposición no acepta el referéndum revocatorio 'porque es una farsa más de un tirano Hugo Chávez que no está dispuesto a dejar el poder'.
La clave de las protestas se centra en PDVSA. Ramírez anunció ayer que la producción diaria es ya de un millón de barriles, un tercio del ritmo anterior a la huelga. Los gerentes en huelga, que han sido despedidos, desprecian esas cifras y aseguran que la producción es de sólo 400.000 barriles por día.