La ONU reduce la meta de crecimiento mundial al 2,75% por la amenaza bélica
La Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento mundial apenas tres meses después de la publicación de sus perspectivas para 2003.
La Unctad estima que la economía mundial crecerá el 2,75% (frente al 2,9% anterior) este año después de registrar un aumento del 1,7% en 2002. Muchas incertidumbres marcan estas perspectivas: exceso de capacidad, precios sobreestimados de los activos, frágil confianza de los inversores y desequilibrios estructurales.
La posibilidad de un conflicto bélico en Irak ya ha provocado el alza del precio del petróleo y amenaza la recuperación de la confianza tanto de consumidores como de empresarios.
'Una acción militar en Irak supondría un freno suplementario al crecimiento económico mundial', aseguró el subdirector de la Unctad, Carlos Fortín. El alcance del daño dependerá, según la agencia, en cómo se lleve a cabo la ofensiva militar y cuánto dure.
Estados Unidos seguirá liderando el crecimiento mundial, con un aumento del 3% este año, aunque 'sin empuje decisivo', y para la UE y Japón, altamente dependientes de la demanda externa, sus previsiones se reducen al 2,1% y el 1%, respectivamente. Para Latinoamérica será otro año de debilidad, pese a la caída registrada en 2002. China y el sureste asiático registrarán, por contra, los mayores crecimientos, con un 7% y un 5,6%, respectivamente.
Pese a las poco favorables perspectivas mundiales, el comercio registrará un crecimiento superior a lo previsto tres meses atrás y crecerá un 6,25% (frente al 5,7% anterior) tras el 1,9% de aumento registrado el año pasado, según la Unctad.
Aplazar el déficit cero
Fortín hizo especial referencia a la situación económica europea al alertar que una excesiva rigidez en el cumplimiento del plan de estabilidad puede llevar al bloque a una recesión.
El subdirector de la Unctad reconoció que el abandono de los objetivos de consolidación presupuestaria para 2004 supondría 'una pérdida cuantiosa de confianza', pero apostó por combinar una política fiscal restrictiva con una política monetaria más flexible, que propicie tipos de interés por debajo del actual 2,75%.
'El informe hace una clara sugerencia de que la fecha límite para alcanzar el objetivo del déficit cero debería ser aplazado', dijo Fortín.
A su juicio, los principios que marcan la política económica europea se diseñaron para unas economías donde la inflación era el principal problema. 'Cuando el problema es la falta de crecimiento, la receta simplemente queda desfasada'.
El informe apuesta por una política mundial que estimule la demanda del mundo desarrollado, al mismo tiempo que promueva el crecimiento de los países en desarrollo, 'donde la demanda de productos de alta tecnología y de servicios tiene un potencial muy alto'. A su juicio, las rebajas de tipos aprobadas en 2002 han tenido más impacto sobre las economías familiares que sobre las empresas, clave de la recuperación.