Los países pobres, escépticos ante el plan arancelario de Estados Unidos
Washington recibió ayer una fría acogida a su plan de desarme arancelario industrial para 2015 por parte de los países en desarrollo. La crítica común de estos países pasa por la falta de realismo de la propuesta y la injusticia de la misma.
'Es una propuesta que afecta a todos por igual, países desarrollados y en desarrollo, y eso es injusto para estos últimos', señalaron fuentes diplomáticas brasileñas ante la OMC.
Lo cierto es que los aranceles que los países más pobres aplican a las importaciones de productos manufacturados son generalmente más altos que los de los países ricos y temen que el desmantelamiento de estas medidas protectoras exponga a sus industrias a una agresiva competitividad internacional, ante la que sucumbirían.
'EE UU está pidiendo un esfuerzo mucho mayor de lo que lo harían los americanos', aseguraba un analista comercial asiático.
Para muchos de estos países, los aranceles no sirven sólo como protección para la industria local, sino que además resultan vitales para los ingresos públicos.
'Nos quedaríamos con menos y menos medios para llevar a cabo nuestras políticas de desarrollo', afirmaba otro diplomático.
La opinión generalizada es que 'no hay un clima político propicio para un enfoque de desarme arancelario tan radical como el que propone EE UU', aseguraba un enviado latinoamericano.
De la misma opinión es el director general de la OMC, el tailandés Supachai Panitchpakdi, que apuntaba ayer desde Financial Times Deutschland que 'no sé si eso es prioritario', ya que a su juicio el objetivo principal debe ser en estos momentos 'desmantelar las tarifas máximas y la escalada arancelaria'.
Doha, en peligro
Supachai también criticaba los escasos avances en la ronda de liberalización aprobada en noviembre pasado en Doha y la amenaza que ello supone para el calendario marcado entonces. 'Necesitamos un acuerdo que lance una señal a los países pobres de que han conseguido algo. De esta forma otorgaríamos a la OMC un carácter más humanitario', dijo.
Supachai se refería a la falta de acuerdo sobre las excepciones en la protección de patentes médicas en situaciones extremas. Según el calendario pactado en Doha, el acuerdo sobre patentes, las tarifas máximas y la escalada arancelaria deberían cerrarse en diciembre.
Pero los países en desarrollo aludieron ayer, específicamente, a la exclusión de las ayudas agrícolas en el plan propuesto por EE UU.
El ministro venezolano de Producción y Comercio, Ramón Rosales, dijo esperar que la política de desarme arancelario de EE UU 'se extienda también al centro del comercio mundial, que es el agrícola. Si se incluye el desmontaje de subsidios a la exportación y ayudas internas a la producción agrícola, sin duda EE UU estaría haciendo una gran contribución al eliminar el principal obstáculo', dijo.