_
_
_
_
Negociaciones

Argentina presiona al FMI con el fin del 'corralito' y busca apoyo europeo

El lunes próximo quedarán liberados los 23.739 millones de pesos (6.594 millones de euros) que estaban atrapados desde hace un año en el corralito. Hasta nuevo aviso, sin embargo, continuarán congelados otros 17.308 millones (unos 4.807 millones de euros) que el Gobierno de Eduardo Duhalde pasó a depósitos en plazo fijo en enero de este año.

La sorpresiva decisión de Duhalde y Lavagna tiene un claro destinatario: el FMI. El gobierno argentino, que se desespera por firmar un acuerdo con el Fondo para retrasar los pagos de la deuda con los organismos internacionales, intenta con esta medida despojar al Fondo de una de sus exigencias principales, la normalización del sistema bancario. Si bien la desaparición del corralito es un paso importante en esa normalización, el monto de los ahorros liberados representan apenas el 6% del PIB argentino, cuando en ese porcentaje, en épocas de una economía estable, no bajaba del 10%. Es decir, que podrá ayudar, pero no sustancialmente, a cambiar la difícil situación del país.

Mientras tanto, continúan congelados 17.308 millones de pesos y reina incertidumbre sobre la decisión final de la Corte Suprema de Justicia sobre la legalidad o no de la pesificación. Además, no se ha resuelto si se aplicará la Ley de Quiebras en el caso de miles de deudores hipotecarios morosos. En conjunto, las entidades bancarias y los agentes económicos no toman decisiones clave de crédito o inversiones debido a estos y otros elementos de incertidumbre.

Más información
Foro: Crisis en Argentina y Brasil

Para los bancos españoles, la decisión de liberar el corralito es, en general, positiva. Desde el SCH y el BBVA se asegura que la mayoría de sus depósitos son imposiciones a plazo fijo, por lo que el impacto de la medida sobre sus cuentas resulta, a su juicio, menor, informa Ángeles Gonzalo. Portavoces del SCH calificaron de 'cómoda' la situación de liquidez de su filial en Argentina, mientras que desde el BBVA se recalcaba que la mayor parte de las cuentas corrientes (el 70%) se encontraba de hecho ya liberada desde hace unos meses, sin que haya provocado ninguna anomalía en el funcionamiento de la filial.

Lavagna está convencido que avanza por el camino correcto. En el mismo acto en que anunciaba el fin de la congelación de las cuentas corrientes, el ministro hizo saber que el presidente tenía a la firma un decreto para aumentar los precios de los servicios públicos privatizados, en un porcentaje entre el 7% y el 9%. Pero estas cifras no conforman a los concesionarios. El domingo, un corte de electricidad dejó a oscuras y sin agua a millones de argentinos. El portavoz de una de las distribuidoras en la capital argentina, Edenor, dijo que es probable que ese corte se repita con 'una frecuencia más continuada', ya que las empresas tienen sus tarifas congeladas desde enero. Una clara presión sobre el Gobierno.

A pesar de esto, Lavagna inició ayer en París una gira de cinco días por cuatro países europeos, que incluyen a Italia, Alemania y España, además de Francia. El objetivo de las reuniones que sostendrá con los ministros de Economía es pedirles su apoyo para que los representantes europeos en el FMI favorezcan la firma del acuerdo del organismo con Argentina.

Como muestra de buena voluntad de su Gobierno, Lavagna trae la decisión de aumentar las tarifas y la liquidación del corralito. Además, explicará a sus interlocutores, entre los que se encuentran altos directivos de empresas con inversiones en Argentina, que el país quiere contratar los servicios de un banco europeo, no estadounidense, para renegociar la deuda del país con los acreedores privados. Finalmente, el ministro cree que los inversores y gobiernos de Europa piensan que sin recuperación argentina sus intereses se verán seriamente afectados y, por tanto, están dispuestos a colaborar.

Más información

Archivado En

_
_