Los ministros europeos analizan hoy la propuesta de aplazamiento del "déficit cero"
La polémica provocada por la idea de retrasar a 2006 el objetivo del "déficit cero" llega hoy a los ministros europeos, que analizarán, por primera vez, en medio de fuertes divergencias, la propuesta de Bruselas.
Los doce ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) se reúnen esta noche, en Luxemburgo, para evaluar como cada mes la situación económica general y analizar la evolución de los presupuestos nacionales.El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, tiene la intención de centrar el debate presupuestario en los cuatro países -Alemania, Francia, Italia y Portugal- que no han alcanzado todavía una posición de equilibrio en sus cuentas como exige el Pacto de estabilidad y crecimiento del euro.
Solbes creó hace dos semanas la sorpresa al proponer, con el apoyo del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, una interpretación del Pacto que permite de hecho a esos países retrasar dos años más, de 2004 a 2006, el cumplimiento del compromiso de equilibrar las cuentas públicas. A cambio de esa última prórroga, motivada por un crecimiento de la economía más que decepcionante, el comisario pretende obligar a los países incumplidores a reducir su déficit estructural (el ajustado al ciclo económico) un 0,5% del PIB anual hasta eliminarlo por completo como muy tarde en 2006.
La propuesta de Solbes pretende, según ha recordado hoy su portavoz, garantizar que los estados de la Eurozona que aún registran déficit no usarán como excusa la mala situación económica actual para posponer de nuevo el objetivo del equilibrio. El comisario niega que el Pacto de estabilidad vaya a verse debilitado y afirma, por el contrario, que sus ideas permitirán reforzar la vigilancia en torno a su cumplimiento efectivo.
Pero el mensaje ha sido recibido con fuertes críticas entre los gobiernos que hicieron a tiempo los deberes de consolidación fiscal, empezando por España. El Gobierno español, que se encuentra ya en su tercer presupuesto equilibrado, está "claramente en contra" de las ideas de Bruselas, "por el contenido y por la forma", según dejaron claro hace unos días fuentes diplomáticas. En Madrid no ha gustado, primero, la sustancia de la propuesta, que parece recompensar precisamente a quienes no han tenido la voluntad de sanear las cuentas cuando la situación lo permitía.