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El 11-S hace a muchos jefes más hogareños

El presidente ejecutivo de Nike, Philip Knight, intenta acudir más a las fiestas de cumpleaños de sus nietos. Héctor Ruiz, presidente ejecutivo del fabricante de procesadores informáticos Advanced Micro Devices, se mantiene al tanto de la seguridad aérea. El jefe de Disney, Michael Eisner, dice que piensa mucho en medidas de seguridad. 'Me ponen bastante nervioso las cosas que no puedo controlar', asegura.

Los responsables ejecutivos de grandes empresas estadounidenses dicen que sus vidas se vieron alteradas, personal y profesionalmente, por los atentados del 11-S.

'Mis prioridades han cambiado. No sólo quiero ser un gran vendedor de calzado, sino un gran abuelo', dijo Knight, presidente del mayor fabricante de calzado deportivo del mundo. Para los jefes de empresa, el impacto de los atentados se extiende más allá del ámbito empresarial.

'Los presidentes también son gente', ironiza el titular de General Motors, Rick Wagoner. 'Nos vemos afectados como todos los demás'. Michael McCallister, presidente ejecutivo de Humana, firma de gestión sanitaria, cenó en el restaurante Windows on the World, en el último piso de una de las Torres Gemelas, el 10 de septiembre de 2001. Un año después, sigue temiendo a los edificios altos. 'No sé cuánto va a durar esto', dice.

Muchos otros ejecutivos aseguran que han pasado el año intentado encontrar mayor equilibrio entre trabajo y familia. 'Me preocupo más por mis hijos. ¿Dónde están? Me lo planteo más que antes', afirma Ruiz, de Advanced. 'Cuando me dicen que van de compras pienso: ¿es un centro comercial grande?, ¿pequeño? Cosas que nunca se me hubieran ocurrido antes'.

El presidente de 3Com, Bruce Claflin, dice que su esposa estaba el 11-S en Portland y él en su casa de Santa Clara, California. 'Todos sus vuelos se cancelaron y no nos pudimos ver en una semana. Me hizo pensar en lo frágil de la vida y de las relaciones'.

En el trabajo, muchos jefes se han pasado el año reelaborando los programas de viajes, desempolvando proyectos para desastres y acumulando medidas de seguridad. Lawrence Weinbach, presidente de Unisys, ha destinado más tiempo a trabajar con sus clientes sobre seguridad, 'era importante, pero nunca tanto como ahora'.

Un importante cambio en el estilo de vida de los ejecutivos ha sido la manera de viajar. Ahora se les trata como a gente normal, con todas las medidas de seguridad. 'Para una persona que viaja tanto como yo, es una molestia', dijo Alfred Chuang, presidente de BAE Systems. Hace poco, el personal de seguridad del aeropuerto de Seattle le obligó a quitarse los zapatos y 'se los quedaron durante 45 minutos'. Y el guarda de seguridad cacheó a su hijo de año y medio.

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