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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

EL 11-S o la aversión al riesgo

La explosión de los dos aviones contra las Torres Gemelas en la mañana del 11 de septiembre del pasado año ha causado un impacto de dimensiones considerables en los mercados bursátiles y financieros. Pero cualquiera que contemple fríamente las cifras de la inversión colectiva española con las dos fotos fijas separadas por 12 meses de diferencia posiblemente quedará sorprendido al contemplar que el volumen de patrimonio gestionado por los fondos de inversión se parece, en ambos casos, como dos gotas de agua. Si hace un año había en los fondos de inversión un volumen de ahorro de 171.500 millones de euros, en la actualidad el patrimonio global apenas dista 500 millones de euros de aquella cifra.

Las apariencias, sin embargo, terminan justamente aquí. Desde septiembre del pasado año, la distribución interna de los patrimonios de los fondos ha experimentado un cambio más que sustancial. Una auténtica revolución. Los inversores han apostado por los fondos de perfil más claramente conservador para tratar de minimizar sus pérdidas. El dinero refugiado en los fondos Fiamm o monetarios, aquellos que ofrecen las mayores garantías de beneficio, ha pasado de los casi 38.000 millones de euros existentes hace un año a más de 50.600 millones de euros en la actualidad. Un aumento fenomenal que pone de relieve la reacción defensiva adoptada por los inversores en este periodo de tiempo, incluso a pesar de las bajas rentabilidades que ofrecen los fondos monetarios.

1.045 fondos de inversión (el 43% de los existentes en España) todavía no se han repuesto de las pérdidas ocasionadas tras los atentados

Defender el ahorro

La defensa de la integridad del ahorro se ha convertido, por lo tanto, en la norma principal de conducta de los inversores. El patrimonio de los fondos Fiamm ha aumentado en un año en un 33,3%, hasta situarse en una cifra que representa el 29,59% del patrimonio total manejado en la actualidad por los fondos. Hace un año, los fondos Fiamm tenían un peso en el total de la inversión de los fondos del 22,14%.

Una evolución muy similar es la que han experimentado los fondos de renta fija a corto plazo, aunque no de forma tan drástica. En la actualidad, estos fondos, en los que también se ha refugiado el dinero que huye del riesgo, gestionan 23.900 millones de euros. En ambos casos, las rentabilidades medias que están obteniendo los inversores son positivas, aunque inferiores a la tasa de inflación. Sólo media docena de fondos de estos dos grupos escapan a esta norma general, aunque por escasos márgenes.

Los inversores se han hecho, en suma, mucho más conservadores en estos 12 últimos meses, a pesar de que el peso de los fondos de bajo riesgo era, en España, de los más elevados en los países desarrollados, en los que la renta variable suele tener una presencia mucho más destacada.

En este año transcurrido desde el 11 de septiembre, los inversores de los fondos han soportado un verdadero calvario. Las cifras escuetas sirven para reflejar los motivos del desencanto. De los cerca de 2.400 fondos de inversión existentes hace un año (fondos domiciliados en España), un total de 1.045 fondos registran pérdidas en la actualidad. Es decir, su valor es inferior al de hace un año.

De ellos, 398 fondos pierden desde el 24 de septiembre (día de mínimos tras la bajada de las Bolsas a consecuencia del 11 de septiembre) más de un 10% de su valor. Y en 25 de estos fondos, las pérdidas superan el 30%, por lo general en fondos especializados en renta variable sectorial, sobre todo fondos de tipo tecnológico o del sector de las telecomunicaciones.

En suma, más de 1.000 fondos de inversión no han logrado todavía reponerse de las pérdidas ocasionadas por aquel cataclismo bursátil, lo que significa que 43 de cada 100 fondos de inversión pueden ser considerados afectados por los atentados de las Torres Gemelas. Un balance realmente desolador y preocupante.

Julio y agosto, un verano sin pena ni gloria

No ha sido un verano especialmente incómodo para los inversores. Sobre todo el mes de agosto, durante el cual las rentabilidades de la renta variable se han mantenido con bastante holgura, en parte debido a las escasas cifras de negociación bursátil. En agosto, los fondos no incrementaron sus pérdidas, sino que las mantuvieron estables, aunque su presencia haya sido muy generalizada. Al final de mes, las pérdidas acumuladas por los fondos de renta variable rondaban o superaban el 20% en la mayor parte de los 500 fondos de este tipo.l Los fondos monetarios (Fiamm) han sido los más demandados por los inversores, tanto por los nuevos (es decir, los recién llegados a los fondos de inversión, cuya vía de entrada a la inversión colectiva se ha estado realizando en los últimos meses a través de los fondos refugio) como por aquellos inversores que optan por reducir sus posiciones de riesgo abandonando fondos mixtos o, sobre todo, de tipo variable. Los fondos de renta fija a corto plazo, con características similares en algunos aspectos (invierten a corto) también han logrado mantener la atención de los inversores.l Los fondos garantizados también han alimentado las subidas patrimoniales de los fondos monetarios y de renta fija. Los fondos con garantía están teniendo una aceptación más bien baja, lo que ha obligado a las gestoras a esforzarse en la búsqueda de nuevas fórmulas más creativas y con mayor grado de garantía y atractivo para el inversor. l La crisis del dólar se ha mantenido y alcanzó su nivel más bajo a lo largo del mes de agosto, cuando estuvo a punto de romper la paridad. Estas bajas cotizaciones del dólar frente al euro han perjudicado de forma clara a los fondos que operan en los mercados internacionales, en especial los de renta fija, afectados por el 10% de caída del dólar. l El retroceso de los tipos de interés a largo plazo ha colocado en excelentes posiciones a los fondos de inversión de renta fija a largo plazo. Son este año los más rentables como grupo. Su liderazgo se traduce en rentabilidades medias cercanas al 3% en el periodo acumulado del año. l Los fondos más castigados, con pérdidas que rozan o incluso en algunos casos superan el 50%, son los de tipo tecnológico, un grupo de fondos que acumula ya su tercer año de pérdida. l Los fondos favoritos a nivel individual son los de renta variable especializados en compañías inmobiliarias, en pequeñas y medias empresas (pymes) y en economías del este de Europa.

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