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Fondos

La UE compromete miles de millones en ayudas por las riadas

Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, el canciller alemán, Gerhard Schröder, y los primeros ministros de Austria, Chequia y Eslovaquia acordaron ayer un primer paquete de medidas económicas para paliar los daños causados en los últimos días por las inundaciones en Europa central.

'Vamos a actuar para demostrar que existe una Europa de la solidaridad', dijo Prodi, quien aclaró que las ayudas de la UE se dirigirán tanto a países miembros como a los candidatos.

Bruselas pondrá a disposición de los países afectados por las inundaciones la totalidad de los fondos estructurales que no se encuentren comprometidos en el momento en proyectos concretos. Schröder señaló que el volumen de fondos dirigido a Alemania oriental es 'considerable', pero no lo cuantificó. Los medios alemanes han hablado hasta de 2.000 millones de euros de ayuda.

Además, Prodi y Schröder avanzaron la creación en 2003 de un fondo europeo especial para catástrofes que podría dotarse 'en su fase inicial' de 500 millones de euros.

Por su parte, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) anunció que ofrecerá a los países afectados por las inundaciones un máximo de 1.000 millones de euros en créditos. 'El BEI está preparado para ofrecer un programa especial a los países afectados', declaró el vicepresidente del BEI, Wolfgang Roth, en una carta a los líderes europeos reunidos en Berlín. Un portavoz del BEI concretó que los créditos tendrán plazos de amortización de hasta 30 años.

Schröder había declarado antes de la cumbre que el coste de los daños causados por las inundaciones en la parte oriental será elevado. 'No estamos hablando de cientos de millones de euros, sino de miles de millones', dijo el canciller durante una reunión del Partido Socialdemócrata, en la que prometió utilizar los recursos necesarios.

La aseguradora Allianz calcula en 15.000 millones de euros las pérdidas en Alemania. El sector agropecuario afectado por las inundaciones, que perdió gran parte de las cosechas, se verá beneficiado por ayudas de emergencia de 20 millones de euros que darán los gobiernos central y de los estados federados. La UE ofrecerá otros 50 millones de euros, anunció la ministra de Agricultura, Renate Kuenast.

En la República Checa la cifra de pérdidas se calcula en 2.000 millones de euros, lo que ha causado que se convoque para este miércoles una reunión del Gobierno para estudiar una modificación del presupuesto estatal. Se considera probable que Praga decida aplazar la planeada compra de aviones de combate.

Endeudamiento

La crisis ha llegado a sólo cinco semanas de las elecciones federales en Alemania, lo que ha abierto un debate sobre cómo financiar la reconstrucción de las infraestructuras en el este. El rival de Schröder, el conservador Edmund Stoiber, dijo ayer que Alemania no debería endeudarse para afrontar los daños. 'Yo no combatiría una catástrofe con un mal a largo plazo'; dijo Stoiber.

En la coalición rojiverde que gobierna Alemania se reconoce que el déficit presupuestario puede desbordar este año el 3% del PIB señalado como límite en el Pacto de Estabilidad. Sin embargo, el ministro de Finanzas, Hans Eichel, ha dejado claro que ese pacto no estaba en cuestión a pesar de las ayudas previstas. 'Tenemos un presupuesto amplio con el que trabajar primero', señaló Eichel, quien cuenta además con las ayudas comunitarias.

El ministro español de Economía, Rodrigo Rato, dijo el pasado viernes que los gobiernos tienen que auxiliar a las víctimas y recordó que el Pacto de Estabilidad ya prevé supuestos de desastre natural.

Una tenaz población contiene el agua en Alemania

 

 

 

 

 

 

 

 

La 'inundación del siglo' en el este de Alemania seguía ayer su marcha devastando nuevas poblaciones, pero era contenida por voluntarios y soldados, cuya tenacidad salvó de la inundación completa zonas y ciudades del estado de Brandeburgo que se daban por perdidas, como Muehlberg y Bitterfeld.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aunque se mantiene la alerta a lo largo de la cuenca norte del Elba y prosiguen los preparativos de evacuación en poblaciones ya parcialmente inundadas, el esfuerzo nocturno de miles de brazos acarreando sacos de arena y reforzando diques que ya habían cedido impidió daños mayores.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El pico de la crecida del Elba, el segundo río más largo y caudaloso de Alemania después del Rhin, dejó atrás la ciudad histórica de Dresde, donde las aguas bajaban a razón de cinco centímetros por hora.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ayer los puntos críticos fueron ubicados en las localidades de Torgau, Wittenberg -la ciudad de Lutero, cuna de la reforma protestante- y Dessau. Fue encontrado el cadáver de una persona, con lo que el número de víctimas ascendió a 13 en Alemania, 91 en todos los países afectados. Decenas de miles de alemanes están desplazados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Hungría todos los importantes diques de retención aguantaban la crecida del Danubio, ya que el nivel del agua aumenta menos de lo previsto. Tan sólo unos pocos llamados 'diques de verano', que se encuentran entre la ribera del río y los diques de retención, se han roto en algunos lugares. Trabajan unas 15.000 personas, de las que la mitad son voluntarios y el resto soldados y personal de emergencias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la República Checa, la esperanza de una pronta mejoría se vio truncada tras el derrumbe del tercer edificio de viviendas en el centro de Praga, hecho que obligó a las autoridades a interrumpir el regreso de los habitantes evacuados de ese barrio. Un portavoz oficial señaló que no hubo víctimas 'de milagro'.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el norte de Bohemia desapareció un voluntario que se teme haya fallecido, con lo que serían 14 las víctimas mortales. Hasta el momento 220.000 ciudadanos han dejado sus casas. Los 18.300 cooperantes, 7.000 de ellos voluntarios, han rescatado a 2.000 personas de morir ahogadas.

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