Bristol-Myers y AOL rehacen sus cuentas bajo la presión de la SEC
Más del 90% de las empresas de EE UU obligadas a entregar declaraciones juradas de sus ejecutivos sobre la exactitud de las cuentas de resultados respondieron al requerimiento de la SEC, el supervisor bursátil.
Entre quienes confesaron irregularidades, aunque no por demasiada cuantía, aparecieron nombres de primera fila: AOL Time Warner, el mayor grupo de comunicación, y Bristol-Myers, una de las grandes farmacéuticas.
A falta de datos oficiales, los expertos creen que sólo algunas decenas de empresas no han dado la documentación tras cerrarse el plazo el pasado miércoles, si bien era posible una prórroga de cinco días. La agencia Reuters estima que faltaron 66 empresas; para la CBS, sólo 31.
La SEC se tomará unos días para procesar los documentos y ayer no había actualizado los documentos que publica en su web. El organismo estudiará 'caso a caso' los incumplimientos. Entre quienes no presentaron las firmas figuran empresas acusadas de fraudes contables como Enron, Worldcom, Adelphia o CMS Energy.
Bristol-Myers tuvo que anunciar que revisaría a la baja las cifras de facturación y de beneficios de los dos últimos ejercicios, por haber invitado a sus mayoristas a anticipar ventas del año siguiente.
La cifra contabilizada incorrectamente puede ascender a 1.500 millones de dólares (cifra similar en euros). La farmacéutica con sede en Nueva York, que ya había reconocido anomalías relacionadas con su gestión de los inventarios, asume que será objeto de una 'investigación más formal' por parte de la SEC. La noticia provocó un descenso de la cotización en Bolsa de la compañía.
AOL Time Warner admitió que contabilizó incorrectamente pagos de terceros por 49 millones de dólares como ingresos comerciales y de publicidad. Esta anomalía no pareció demasiado grave al mercado y los títulos de AOL experimentaron un cierto repunte en Bolsa.
Las operaciones en el extranjero de la compañía proveedora de servicios de Internet, America Online (AOL), sufren grandes pérdidas, y la compañía se plantea la posibilidad de cerrar algunas de sus divisiones, especialmente en Latinoamérica, según informó ayer el diario The New York Times.
Excepciones alemanas
Las compañías alemanas que cotizan en la Bolsa estadounidense están intentando que las nuevas leyes antifraude puestas en marcha por la Administración Bush no les afecten, según un portavoz de la patronal germana BDI.
Un asesor de la asociación, Peter Wiesner, señaló a Reuters que 'las compañías están en estos momentos elaborando un borrador de propuesta'. En esa petición, que elevarán a la SEC, argumentan que algunas de las condiciones que impone la nueva legislación no cuadran con la legislación alemana y las prácticas empresariales.
Las compañías alemanas se oponen, particularmente, a las normas que dan a la SEC potestad para exigir los papeles de trabajo de las auditoras, incluso aunque el auditor sea una firma no estadounidense. 'En este caso hay un claro conflicto con nuestras normas de confidencialidad', indicó el asesor. Además, la norma que impide a determinados directivos acceder a puestos en el consejo de administración también choca con las prácticas habituales de las empresas.
Alemania se suma así a las quejas que ya han presentado empresas de otros países, como Gran Bretaña, por el efecto que va a tener la aplicación de la normativa estadounidense sobre las compañías europeas que cotizan en los mercados bursátiles norteamericanos.