Al menos siete muertos en un ataque palestino contra colonos judíos
El atentado sucedió a primera hora de la tarde. Los radicales detonaron artefactos explosivos al paso de un autobús israelí, fabricado a prueba de balas, que transportaba a un grupo de colonos al asentamiento de Emmanuel. Cuando los pasajeros bajaron del vehículo, fueron tiroteados por los terroristas, disfrazados de soldados israelíes, que se dieron a la fuga. Algunos conductores de varios automóviles cercanos al autobús también resultaron heridos.
Las autoridades israelíes informaron de que ocho de los heridos están muy graves, por lo que podría aumentar la lista de muertos. Es el incidente más grave desde que las tropas israelíes reocuparon los territorios palestinos el pasado 20 de junio, en el marco de la operación Sendero Decidido. Hasta cuatro organizaciones radicales islámicas reivindicaron el atentado. Sin embargo, las características del atentado recuerdan al producido el pasado 12 de diciembre, que se saldó con la muerte de 10 colonos en el mismo lugar. Por eso, los investigadores israelíes apuntan de nuevo hacia una operación conjunta de Hamas y la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado de Al Fatah, el partido de Arafat.
La oficina del rais palestino se ha desmarcado inmediatamente del atentado. En un comunicado, la ANP expresó su 'rechazo y condena' al atentado y pidió una 'solución política' al conflicto. La Administración palestina recuerda que las medidas impuestas por Israel conducen a la población palestina a la desesperación.
La violencia ha sumido en la pobreza a más de la mitad de los palestinos. La situación se ha agravado con la reocupación: unos 800.000 palestinos viven diariamente bajo un estricto toque de queda y el Ejército hebreo ha confiscado al menos 10.000 metros cuadrados de tierras. El atentado ha provocado que el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simon Peres, suspendiera de inmediato las reuniones previstas con altos cargos palestinos.
Mientras, en Nueva York comenzaban las conversaciones sobre el futuro de Oriente Próximo con un cambio de postura de EE UU. El secretario de Estado, Colin Powell, admitió en una entrevista de televisión que su país está dispuesto a aceptar la permanencia de Arafat en un cargo simbólico, mientras que un primer ministro ejercería el poder político real.