La crisis del 11-S estanca las ventas del sector aeronáutico vasco
El sector aeronáutico vasco ha topado con el muro del 11-S, que ha provocado la caída del tráfico aéreo y la consiguiente ralentización en la contratación de nuevas aeronaves.
Esta industria, representada en Euskadi por la asociación Hegan, prevé repetir en 2002, en el mejor de los casos, la facturación agregada conseguida el ejercicio anterior (652,1 millones de euros). Según Hegan, en 2003 pudiera vislumbrarse una recuperación de la demanda, aunque las turbulencias actuales en la política internacional no ayudan en este sentido. La creación de empleo también se paralizará, después de que en 2001 la plantilla global del sector creciera un 28%, frente a un incremento de la facturación consolidada del 21,7%.
Los responsables de la asociación consideran que esta crisis es más grave que la anterior, que tuvo lugar en 1991 por la guerra del Golfo, tras la invasión de Kuwait por parte de Irak. En aquella ocasión, las ventas cayeron un 10% y el recorte actual es superior al 14%.
Desde Hegan creen que la industria vasca está mejor ubicada para digerir este impacto, puesto que está más orientada al mercado de aviones civiles de vuelos regionales, especializados en el tráfico de hombres de negocios, una actividad que nunca para, independientemente de coyuntura económica.
Es el caso del grupo Gamesa, que fabrica componentes para el modelo ERJ-145ER/LR de la corporación brasileña Embraer. Con relación a este proyecto y por el efecto tractor de Gamesa, otras compañías vascas han conseguido contratos, como las sociedades SK10, Spasa, Metraltec, Nuter y Burulan, entre otras.
También para el mercado de este tipo de aviones, desde Euskadi se trabaja para la unidad CRJ de la canadiense Bombardier. En este programa se repiten los suministradores vascos (Gamesa, Metraltec), mientras que para otro cliente de este segmento, Fairchild-Dornier, también han conseguido pedidos las firmas Nuter, Tegraf y Mesima.
Por otro lado, Hegan trabaja en un proyecto para integrar al sector vasco de forja dentro del negocio aeronáutico, que nació en Euskadi a principios de la década de los noventa como una prolongación de futuro de la industria tradicional, a la que se van incorporando compañías que antes sólo estaban relacionadas con el área siderúrgica.
La fusión Gamesa-ITP
La actualidad del sector aeronáutico vasco está marcada por el proyecto de fusión entre Gamesa e ITP, los dos líderes de Euskadi en este mercado, para crear el primer grupo del país. La multinacional británica Rolls-Royce, accionista de ITP, ha manifestado su intención de participar en la fusión, una parte de la cual también depende de SEPI, que asimismo es accionista de ITP.
Precisamente, el nuevo presidente de Hegan es César Fernández de Velasco, uno de los principales directivos de Gamesa, que sustituye en el cargo a Joaquín Coello, el primer gestor de ITP que abandonó la compañía al anunciarse su fusión con la propia Gamesa.
El nuevo presidente de Hegan manifestó ayer, durante la celebración de la asamblea anual de la asociación, que 'la situación actual del mercado es compleja, pero no es la primera vez que ocurre ni será la última'.
Desde Hegan, que integra a una veintena de sociedades, se confía en que el sector saldrá fortalecido de la crisis, según se manifestó en la citada asamblea, celebrada en el Parque Tecnológico de Zamudio (Vizcaya).
Pese a la crisis, las compañías mantendrán sus planes de inversión porque están en marcha los programas de fabricación de nuevas aeronaves, según fuentes de Hegan. La proyección internacional de esta industria es máxima, puesto que consigue el 84% de sus ventas a través de las exportaciones.
Un 1,5% del programa del nuevo Airbus A-380
El sector aeronáutico vasco aspira a conseguir el 1,5% del total del negocio que generará la construcción del nuevo avión civil del consorcio Airbus, el modelo A-380, con capacidad para 550 pasajeros, la mayor del mercado, según manifestó ayer el consejero de Industria del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, durante la asamblea de Hegan de Zamudio.
De momento, Gamesa ya se ha posicionado en este proyecto, en el que se ha responsabilizado del suministro del fuselaje trasero. La ingeniería Tegraf también estará presente en el nuevo avión, en su caso como diseñador de una serie de componentes, denominados en el programa como fan coils. Asimismo, Bóreas, filial al 60% de Sener, que a su vez es uno de los accionistas de referencia de ITP, también trabaja para el modelo A-380 en el diseño de los paneles.
Para reforzar la presencia del sector vasco en este programa, la asociación Hegan ha promovido la creación de un consorcio cuyos integrantes acudirán como socios de riesgo al diseño y fabricación de partes del Airbus A-380. Al consorcio se han apuntado las sociedades Novalti, Spasa y Cta, que ya han recibido en sus instalaciones la visita de José Nogueira, representante de Airbus. El consorcio ha recibido el apoyo del Gobierno vasco.
Otros de los grandes programas por los que suspiran las empresas aeronáuticas vascas son A-400M y Galileo. Con estas expectativas, las compañías deberán mantener sus inversiones en capacidad industrial pese a la caída del mercado.