Cortina supo por Ybarra que los fondos de pensiones eran irregulares
Cortina, que ha sido el único imputado que ha accedido a la Audiencia Nacional a través del garaje, por motivos de seguridad, declaró ante el juez Garzón durante 45 minutos y negó conocer la existencia de cuentas secretas o sociedades en los paraísos fiscales de Jersey y Liechstestein, según fuentes jurídicas. El presidente de Repsol recibió 343.023 dólares en un plan de pensiones pactado para compensar la rebaja salarial que suponía la fusión con Argentaria, pero ha admitido que no conocía el origen de los fondos. Sólo supo que podía ser irregular cuando Emilio Ybarra le pidió que los devolviera, como al resto de ex consejeros.
Esta tarde declararán ante el juez Garzón los ex consejeros del BBV Andrés Vilarino, Luis María Ybarra y los tres que comparecieron como testigos el pasado día 22 y se les cambió la condición por la de imputados después de que se constatara que firmaron las cuentas de la entidad entre 1996 y 1999. Se trata de José Javier Gúrpide Huarte, ex vicepresidente del BBV, Vicente Eulate, ex consejero del BBVA, y José Antonio Sáenz-Azcúnaga Usandizaga, ex ejecutivo del BBV y actual presidente de Metrovacesa.
Asiaín declara que el fondo de pensiones era una 'gratificación'
Por su parte, el ex presidente del BBV José Angel Sánchez Asiaín explicó esta mañana en la Audiencia Nacional que el fondo de pensiones que le entregó el BBVA y que se nutrió con fondos irregulares era una gratificación a la labor que había realizado en el banco en los últimos años, explicaron fuentes jurídicas.
La versión aportada por Sánchez Asiaín difiere de las de todos los perceptores de un plan de pensiones que han declarado hasta el momento ante Baltasar Garzón, que han explicado que los fondos eran una compensación por la reducción de su retribución como consejeros a raíz de la fusión del BBV y Argentaria.
Sánchez Asiaín, que rechazó hacer declaraciones al término de su comparecencia, aseguró a Garzón que se sintió molesto cuando Emilio Ybarra le pidió que devolviera el plan de pensiones "porque a Paco (González) no le gustaba", aunque no pensó que existiera ninguna irregularidad.
Al igual que el resto de perceptores de estos planes de pensiones, el ex presidente del BBV recibió su retribución en marzo del 2000 y se le pidió que la devolviera en diciembre del mismo año.
Sánchez Asiaín, al que correspondieron 732.558 dólares, relató que nunca conoció la procedencia de la cuantía que nutrió los planes de pensiones y, por tanto, que venía de unas cuentas ocultas radicadas en paraísos fiscales.
Pese a que fue presidente único del BBV durante un año, a raíz de la muerte de Pedro Toledo, aseguró que nunca conoció la existencia de esas cuentas y sociedades, porque en esa época su tarea se centró, principalmente, en las luchas entre los dos bandos existentes tras la fusión del Banco Bilbao y el Vizcaya.
Como ejemplo de las dificultades que se encontró en ese ejercicio, Sánchez Asiaín relató que nunca pudo reunir a la Comisión Delegada Permanente y que finalmente tuvo que recurrir a la intervención del Banco de España.
Previamente a esta declaración, comparecieron los ex consejeros Federico Lipperheide y José Lladó, quienes coincidieron en que los planes de pensiones eran una compensación por la pérdida retributiva que tuvieron tras la fusión con Argentaria y en que Ybarra les explicó que tenían que devolverlos por irregularidades contables.
Lipperheide señaló, además, que se encontraba gravemente enfermo cuando se le concedió este plan de pensiones y que fue su hija quien firmó el contrato, por lo que no tuvo acceso a muchos detalles que pueden conocer el resto de consejeros.
Lipperheide recibió 226.744 dólares en el plan de pensiones gestionado por Alico, en tanto que Lladó ingresó 343.023 dólares.