Aumentan los focos de tensión
Con un ojo puesto en lo que se cuece de puertas adentro del mercado y con otro atento a lo que sucede alrededor de las Bolsas. æpermil;sta es la última posición de los participantes en el mercado. Una especie de estrabismo que, ante todo, perjudica la evolución de las tendencias de fondo y alarga la agonía de los más inquietos, de aquellos que buscan la recomposición inmediata de los índices.
Aumentan los focos de tensión en los últimos días y son muchos los inversores que han decidido tirar la toalla. Fuera del mercado, la situación política se encona en Estados Unidos, con una nueva psicosis de posibles atentados terroristas; el enquistamiento de la situación en Oriente Próximo y el ambiente prebélico entre India y Pakistán.
Dentro del mercado las referencias de resultados empresariales son pésimas por mucho que se empeñen determinados analistas en descafeinar los números con asertos como 'mejores' de lo esperado cuando se refieren a empresas con pérdidas voluminosas. Las telecos encarnan este fenómeno de tal modo que los movimientos de recuperación, como los que tuvo hace unos días la operadora española, se evaporan rápidamente, que es lo que sucede en la semana actual. Deutsche Telekom puso ayer la guinda ácida a esta situación con unos resultados muy malos.
La crisis de valoraciones de los mercados de acciones, menos contundente en el caso español, convive en el tiempo con un ambiente político internacional muy desapacible. El resultado final es el aumento de la incertidumbre, que es el enemigo declarado de la inversión. El dinero es miedoso por definición y huye de los activos inciertos, de los más sensibles a las situaciones adversas.
A corto plazo los mercados de acciones parecen estar condenados a buscar nuevas bandas de fluctuación, otras referencias.