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Roberto Lavagna

'Argentina y las empresas españolas saldremos juntos de esta crisis'

Tras los encuentros el titular de Economía, Roberto Lavagna, asegura que 'de esta crisis salimos juntos, Argentina y las empresas españolas'. La cumbre propiamente dicha se cerró el sábado con compromisos de acuerdos comerciales pero a largo plazo.

El ministro de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, aprovechó el marco de la cumbre euro-latinoamericana para mantener contactos con empresarios y banqueros con intereses en su país, así como con el Gobierno español.

Pregunta ¿Cuál es su impresión sobre la actitud de España y la UE hacia la crisis de su país, tras las reuniones mantenidas en el marco de la cumbre?

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Editorial: Cumbre de intenciones

Respuesta Hay mucho interés por seguir la evolución argentina. Las empresas españolas y los responsables políticos de Europa han detectado que ha habido progresos en los últimos 20 días y, también, que el FMI ha reaccionado con tres gestos positivos: el retraso del pago de un vencimiento de la deuda con el organismo para el año próximo, así como el anuncio de un crédito por 690 millones de dólares del BID y un comunicado del Banco Mundial, declarándose listo para ayudar cuando se firme un acuerdo con el Fondo.

P. ¿Cuáles han sido los resultados de sus encuentros con el Gobierno y las empresas españolas?

R. Creo que ha pasado el momento de las reacciones de reclamo, airadas, que hubo al comienzo de la crisis el año pasado. Hemos tenido buenas reuniones con el presidente José María Aznar y el ministro Rodrigo Rato, así como con el Grupo Santander, el BBVA y Repsol. Si tuviera que resumir en una frase estas reuniones, que fueron largas y de fuerte contenido técnico, le diría que la conclusión es que de esta crisis salimos juntos, Argentina y las empresas españolas, con una visión a medio plazo.

P. ¿En qué punto se encuentra la negociación entre Argentina y el FMI?

R. Los gestos a los que hacía mencionan han sido el resultado del esfuerzo de nuestro país al aprobar una reforma de la Ley de Quiebras y, en dos semanas más, de la de Subversión Económica. Hay un movimiento positivo por ambas partes. Esperamos invitar al Fondo a que envíe una misión a fin de mes, para abrir las clásicas discusiones de carta de intención previas a la firma de un acuerdo.

P. Dado que la Ley de Quiebras reformada desprotege, en cierta forma, a las empresas endeudadas, ¿España apoya esta norma?

R. En algunas charlas telefónicas con el ministro Rato, él me indicó la importancia de esta ley. Debo suponer que tiene su apoyo. Además, no es una imposición del FMI ni crea desprotección. Es una ley similar a las que rigen a nivel internacionales en todos los países. Los primeros interesados en ella somos los argentinos.

P. En las discusiones de su Gobierno para salir del corralito, se advierten serias diferencias entre Ud. y el Banco Central y los bancos...

R. Aquí, en las últimas 48 horas, se está planteando una cuestión de orden político. Hay funcionarios del Banco Central que están hablando desde el anonimato y desde una posición favorable a la dolarización, a que Argentina no tenga moneda propia. El presidente del Central, Mario Blejer, ha dicho que mantenemos buenas reuniones y yo lo reafirmo. Creo que quienes hablan desde el anonimato no tienen derecho a tapar las buenas noticias que proceden de la comunidad financiera internacional.

P. ¿Se refiere a funcionarios o a banqueros?

R. A ambos. Hay algunos bancos que quieren que el coste del ajuste caiga exclusivamente sobre el Gobierno y los ahorradores. Quieren repetir el Plan Bonex de 1990, (que devolvió compulsivamente bonos en lugar de dinero a los ahorradores). Eso no es posible. Nosotros queremos una solución no sólo para los bancos, sino para los ahorradores y para comenzar a reactivar la producción. Hay bancos que lo han comprendido y otros que quieren una solución sólo para ellos.

P. ¿Los bancos españoles han comprendido que no habrá otro Plan Bonex?

R. Eso lo debería conversar con ellos. Pero, de acuerdo con el espíritu apreciado en las reuniones habidas aquí, deduzco que lo han comprendido y que vamos a trabajar juntos.

P. ¿Estima posible que la crisis argentina se extienda a Uruguay, como se ha advertido en estos días?

R. No creo y espero que no. Es innegable que Uruguay ha sufrido el efecto de nuestra crisis y de una desaceleración en Brasil. Pero la nuestra es una crisis estructural y no un simple desajuste financiero. No me parece que la situación uruguaya se parezca en nada.

P. ¿Cómo aprecia el futuro del ALCA?

R. Creo que va a ser muy negativamente afectado por el aumento de los subsidios agrícolas de EE UU. Toda la negociación de Doha puede quedar muy condicionada por este incremento de subsidios. En conversaciones que he tenido con funcionarios de la OMC en Ginebra la semana pasada, observé una visión extremadamente negativa de su parte sobre esta iniciativa estadounidense.

P. ¿Qué futuro ve, entonces, para su país, exportador de materias primas, en medio de este enfrentamiento comercial entre EE UU y la UE?

R. Algunos le temen a esta guerra comercial. Comprendo y comparto esa preocupación. Pero yo le temo igualmente al acuerdo entre quienes subsidian, que puede ser tanto o más peligroso que esa guerra. Si EE UU y la UE llegan a un acuerdo para subsidiar más, eso sería tan grave como la guerra comercial. No veo ese acuerdo, por ahora. Pero los acuerdos de la Ronda Uruguay entre ambas potencias fueron decepcionantes en materia agrícola, como lo reconocen los estudios de la OCDE.

Aznar no descarta ayuda si hay acuerdo con el FMI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

España no descarta ofrecer de nuevo ayuda financiera a Argentina siempre que este país alcance un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), condición indispensable para que Argentina salga de la crisis y se reintegre en la comunidad financiera internacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

æpermil;se es el mensaje que el sábado le transmitió el presidente del Gobierno, José María Aznar, a su homólogo argentino, Eduardo Duhalde, durante la cena que mantuvieron el pasado sábado en el Palacio de la Moncloa, acompañados por parte española por el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y el secretario de Estado de Cooperación, Miguel Ángel Cortés. Duhalde acudió acompañado por los titulares de Economía, Roberto Lavagna, y de Exteriores, Carlos Ruckauf.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aunque el compromiso de ayuda no fue explícito, fuentes gubernamentales recordaron la aportación de España (1.1000 millones de euros) al paquete de ayuda que el FMI concertó en diciembre de 2000 y aseguraron que 'no se podía descartar' una nueva ayuda financiera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Duhalde aseguró que la próxima semana se alcanzará el acuerdo con las provincias para contener el gasto y que los principales requisitos del FMI también se cumplirán antes de junio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tanto el Gobierno como las empresas y los banqueros españoles han recibido una impresión 'muy positiva' del nuevo equipo de Gobierno argentino, según fuentes oficiales, que ven ahora mayores posibilidades de que el país reciba la ayuda del organismo internacional e inicie el camino para la salida de la crisis.

La salida del 'corralito' genera una seria crisis en el Gobierno

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las opiniones sobre cómo poner fin a la congelación de depósitos bancarios han dividido al Gobierno argentino. Mario Blejer, gobernador del Banco Central y ex funcionario del FMI, propicia la aplicación de un decreto que permita entregar bonos del Estado, de manera obligatoria, a los ahorradores.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero el ministro de Economía, Roberto Lavagna, propugna que esos títulos sean optativos y que los bancos contribuyan de alguna manera a pagar el coste de la crisis financiera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El FMI apoya la primera salida, en defensa de los bancos extranjeros. Para ellos, la cuestión primordial es limpiar sus balances, pasándole al Estado la carga de los bonos a emitir en dólares y pesos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lavagna quiere que los bonos sirvan para efectuar pagos en la compra de bienes muebles e inmuebles. Pero si esto ocurre, esos bonos pasarían a cuentas a la vista, pudiendo salir de los bancos en efectivo y dirigirse a la compra de dólares.

La compañía de aguas corta el suministro a un regimiento

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aguas Argentinas ha cortado el suministro al cuartel del Regimiento de Patricios, histórica unidad castrense considerada embrión del actual Ejército argentino. La compañía ha optado por cortar el suministro en vista de que el Gobierno argentino, propietario del cuartel, no paga la factura desde 1999.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La deuda por este concepto se eleva al equivalente a 150.000 euros, según fuentes de Aguas Argentinas, empresa participada al 25% por Aguas de Barcelona.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aguas Argentinas suspendió pagos el 10 de abril, atenazada por una deuda contraída en dólares mientras que las tarifas se cobran en pesos y no pueden subirse. Fuentes de la empresa descartan que se produzcan cortes masivos.

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