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Desinversión

Repsol YPF vende entre un 20% y un 25% del capital de Gas Natural

Pero el impacto de la crisis argentina, que se ha traducido además en una rebaja del rating de su deuda, obliga a la petrolera a reducir su endeudamiento.

Repsol YPF ha acordado con un grupo de bancos de negocios la venta entre un 20% y un 25% del capital de Gas Natural, participación que esas entidades colocarán posteriormente entre accionistas minoritarios, según fuentes consultadas. Con esa operación se da un giro de 180 grados a la estrategia seguida por la petrolera en la compañía gasística en los últimos años. Por un lado, Repsol YPF había aumentado su participación casi hasta el 47%, mientras que, adicionalmente, planteó una negociación con La Caixa, el otro accionista institucional, para modificar el reparto del poder en el consejo.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió ayer la cotización de Gas Natural, que bajó un 3,88%, mientras que Repsol YPF subió un 6,79%, el alza más importante desde marzo del año 2000.

El grupo que preside Alfonso Cortina realiza esta transacción en el momento más álgido de Gas Natural en Bolsa, y con el objetivo prioritario de reducir su deuda financiera, que supera los 16.000 millones de euros. La disminución de su presencia en Gas Natural tiene un efecto doble: por un lado, destinará gran parte de las plusvalías obtenidas a ese fin y, además, disminuirá su endeudamiento por la desconsolidación de la parte que ahora le corresponde del pasivo del grupo gasista. Sin embargo, la transacción contará con un efecto negativo, al modificarse el sistema de consolidación de los beneficios de Gas Natural en Repsol YPF.

La capitalización bursátil de Gas Natural se acerca a 10.000 millones de euros, por lo que los ingresos de la petrolera se acercarán a los 2.500 millones de euros. Fuentes bursátiles consideran que la empresa petrolera podría destinar la cifra ingresada al próximo vencimiento de una emisión de bonos que asciende a 2.500 millones.

La Caixa

Tras esta enajenación, La Caixa, que tiene en torno al 26%, igualará la participación de Repsol YPF o se convertirá en su primer accionista, aunque no utilice estos movimientos para comprar más títulos de la empresa que preside Antonio Brufau.

En principio, según fuentes consultadas, no se modificarán los pactos industriales negociados o suscritos entre ambas empresas, que comprenden desde el traspaso de toda la actividad eléctrica (como los proyectos de construcción de ciclos combinados) a Gas Natural a la creación de una empresa mixta de trading de gas.

El grupo petrolero ha enfocado su estrategia en los últimos meses a paliar el efecto de la crisis argentina en sus resultados y en su balance. Por un lado, redujo su plan de inversiones a 3.200 millones de euros, desde los 4.000 millones proyectados previamente. Y las inversiones se plantean con criterios muy selectivos; se elegirán por la que puedan afectar positivamente al cash-flow a corto o medio plazo, mientras que se retrasarán las que precisen un periodo mayor de maduración. La compañía hispano-argentina ya preveía la obtención de 2.500 millones de euros por la reducción de su participación en la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) y Enagas, que asimismo se dedicarán al recorte del endeudamiento financiero. Y ya ingresó 585 millones por la venta de sus activos petroleros en Indonesia al grupo chino CNOOC.

Repsol se vio fuertemente afectada por su exposición en Argentina en los resultados del último trimestre del pasado año, en el que por primera vez en su historia entró en pérdidas. En el conjunto del ejercicio, los beneficios cayeron un 57,8%, hasta 1.025 millones de euros, por la crisis del país andino y el descenso en la cotización del crudo en los mercados internacionales. El grupo destinó 2.738 millones a provisiones y saneamientos de sus activos argentinos.

En los tres primeros meses de este año, aunque parece que se ha paliado el impacto en resultados, no ha sido así en el balance, dada la espectacular caída de la cotización del peso argentino respecto al dólar.

No obstante, la empresa petrolera no tiene más salida que afrontar todas las repercusiones que conlleva su fuerte presencia en Argentina. La compra de YPF, que le hizo saltar al puesto quinto del ranking europeo del sector y permitió su inclusión en el selecto club de las 10 petroleras privadas más importantes del mundo, unió su destino con el de ese país. Y no puede, al tener allí cerca del 42% de sus activo, plantearse el abandono de la región.

Rebaja generalizada de las calificaciones de la deuda

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Repsol YPF ha visto en los últimos meses la drástica reducción del rating de su deuda por parte de las agencias de calificación. Moody's, que ya había empeorado la nota al riesgo financiero de la petrolera el pasado septiembre por su alta exposición en Argentina, la puso nuevamente en revisión a la baja en diciembre y con posterioridad el pasado mes de abril. En esta última ocasión, incidió en la vulnerabilidad de la petrolera respecto a las decisiones de las autoridades políticas del país suramericano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En enero de este año, la sociedad internacional Fitch Ibca tuvo en cuenta la decisión del Gobierno argentino de hacer pagar a las petroleras ubicadas en ese país una parte muy importante de la factura originada por la crisis económica. La citada agencia bajó las calificaciones de la deuda a largo plazo de la empresa hispano-argentina desde A a BBB+ y desde F1 a F2 para el endeudamiento a corto plazo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

También en marzo la agencia de calificación Standard & Poor's rebajó el riesgo crediticio de la petrolera a BBB desde BBB+, debido, a su juicio, al impacto de la crisis de América Latina en sus resultados. 'La situación del país se está deteriorando más rápido de los previsto', señalaba hace poco más de un mes la citada sociedad. æpermil;sa no era además la primera vez que Standard & Poor's tomaba una decisión en esa misma dirección respecto a la petrolera que preside Alfonso Cortina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este conjunto de resoluciones de las más reconocidas agencias ha impulsado aún más la determinación de los directivos de Repsol YPF de priorizar la reducción de su endeudamiento y mejorar su apalancamiento. Los responsables de la empresa, pese a que no ha tenido en momento alguno problemas de liquidez, resaltaron en reuniones mantenidas con analistas que no descartaban nuevas desinversiones, además de las ya anunciadas. Ya en el pasado año, el ratio de endeudamiento (deuda neta respecto a deuda neta más recursos propios y minoritarios) pasó desde el 51% hasta el 42,9%.

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