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Operaciones

Vivendi se refuerza en Reino Unido mientras la acción sigue en mínimos

La operación de la filial del grupo francés Vivendi Universal coincidió ayer con una severa caída en la Bolsa de París de la cotización de las acciones de su matriz, lastrada por la rebaja en la calificación de la deuda que ha decidido aplicar Standard & Poor's.

La inversión real de Vivendi Environnement en la operación será de 693 millones de euros. El resto lo aportarán un grupo de inversores financieros que ayer no fueron desvelados por el grupo francés.

La compra de Southern Water permitirá al grupo dirigido por Jean Marie Messier elevar su participación en el mercado de tratamiento de aguas británico hasta el 10%. La compañía da servicio a cerca de dos millones de clientes en el sureste del Reino Unido.

La operación deberá ahora pasar el escrutinio de las autoridades británicas y europeas de la competencia. Vivendi Environnement poseía hasta ahora tres compañías de tratamiento de aguas en Reino Unido: Folkestone & Dover Water Services; Tendring Hundred Water Services y Three Valleys Water.

La adquisición refuerza sensiblemente la posición de Vivendi Environnement como operador global de tratamiento y abastecimiento de agua en Europa. La compañía aseguró en un comunicado que la operación aportará un incremento al beneficio por acción, que no cuantificó, desde el primer año de la compra.

La filial de Vivendi Universal es uno de los activos que el grupo espera vender a medio plazo dentro de su estrategia de concentración en el mercado de los medios de comunicación.

La adquisición de Southern Water se produce en un momento especialmente delicado en la cotización de las acciones del grupo Vivendi Universal, que sufre su nivel más bajo de los últimos cuatro años.

Ayer, encadenando una serie de 11 sesiones seguidas con caídas en el valor, los títulos del grupo francés perdieron en la Bolsa de París un 2,74% de su valor después de que en la jornada llegara a caer un 5%.

Calificación

Los inversores reaccionaban así a la revisión a la baja que la agencia de calificación Standard & Poor's aplicó a su deuda a corto plazo, bajo el argumento de que la caída de las acciones exigirá pagos compensatorios en metálico por operaciones de compra condicionadas al valor de la acción y dificultará en mayor medida el plan de recorte de la deuda.

Standard & Poor's se unía así al camino iniciado el viernes por la también agencia de calificación Moody's, que también optó por rebajar la calificación de la deuda.

Vivendi Universal salió al paso de la decisión de Moody's con un comunicado en el que aseguraba que la agencia de calificación no 'ha tenido en consideración las actuales malas condiciones del mercado y el anunciado programa de reducción de deuda planeado por Vivendi Universal'. La compañía francesa explicó que la rebaja de calificación no tendrá impacto en nivel de liquidez, al no tener su deuda referenciada al mantenimiento de los ratings.

En un claro guiño de confianza a sus accionistas, Vivendi Universal aseguró que mantiene su total confianza en alcanzar sus objetivos operativos en 2002 'tal y como confirman los resultados del primer trimestre'. 'La compañía', dijo, 'está totalmente determinada a continuar con su plan de reducción de deuda en orden a permitir un pronto restablecimiento de los niveles de calificación de su deuda'.

Las decisiones de Moody's y Standard & Poor's no hicieron ayer sino avivar un debate de los analistas en torno al futuro inmediato de Vivendi Universal. Algunos de ellos aseguran que la irrefrenable pérdida de valor de las acciones, cerca de un 50% desde principios de año, no hace sino confirmar que los accionistas 'han perdido la confianza tanto en el valor como en el equipo directivo'.

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