La tasa de desempleo entre los jóvenes cae un 20% en los últimos siete años
Jóvenes con contratos temporales y a jornada parcial en sectores de baja productividad. æpermil;sta es la actual tendencia de los jóvenes españoles de entre 16 a 29 años, según un estudio realizado por la empresa de trabajo temporal Manpower y que analiza la oferta de empleo durante el primer trimestre de 2002.
Un joven de 25 años que trabaja los fines de semana como camarero en una cafetería o una joven de 19 años que es contratada como dependienta en una tienda durante las campañas de rebajas, Navidad y verano. Estos podrían ser dos ejemplos de las actuales tendencias del mercado de trabajo entre los jóvenes españoles, según reflejan los datos del Índice Manpower correspondiente al primer trimestre de 2002.
El informe, que ha sido elaborado por el equipo del catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona, Josep Oliver, señala que desde 1994 la tasa de actividad del colectivo de jóvenes menores de 20 años se ha reducido a la mitad y su tasa de desempleo ha caído de manera significativa en casi un 20%, del 52 al 33%.
El estudio de Manpowerpone de manifiesto los mecanismos de ingreso al mercado de trabajo que emplean los jóvenes que son, mayoritariamente, a través de puestos de baja productividad y de contrataciones temporales. Además, los menores de 30 años muestran una participación creciente y mayor de contrataciones a jornada parcial respecto al resto de la población.
Como sectores de ingreso preferente sobresalen, entre otras, las actividades de servicios de hostelería, comercio y restauración, a la vez que también se destaca el declive de los jóvenes en la ocupación en el sector agrícola, poniendo de relieve el papel de la inmigración como fuente complementaria de aprovisionamiento de mano de obra.
Desde el punto de vista regional, los comportamientos demográficos son similares, aunque existen diferencias en la decisión de los jóvenes de ingresar o no al mercado de trabajo como consecuencia de la preponderancia del efecto desaliento o aliento a la tasa de participación en el mercado que produce la tasa de paro.
Así, en Cataluña, Baleares, La Rioja, Murcia y la Comunidad Valenciana, la baja tasa de paro juvenil funciona como aliento que favorece el aumento en la tasa de actividad. En Cantabria, Galicia, Castilla y León, Asturias, Ceuta y Melilla, la tasa relativamente elevada de paro disminuye el costo de oportunidad y desalienta la entrada de los jóvenes en el mercado de trabajo.
En Castilla-La Mancha, Canarias, Extremadura y Andalucía, la tasa de paro relativamente elevada no funciona como mecanismo de desaliento, probablemente porque predomina el efecto de alentar la participación de todos los miembros de la familia mientras mayor sea el riesgo de que el sustentador principal caiga en el paro.
Finalmente, en Aragón, Navarra, Madrid y el País Vasco, las bajas tasas de desempleo no funcionan como atractivo para que los jóvenes aumenten su tasa de actividad. En estas comunidades, los jóvenes deciden participar en el mercado de trabajo con menor proporción que en otras comunidades de condiciones semejantes, por lo que son otros los motivos, distintos de la tasa de paro, los que explican la disminución del costo de oportunidad que impulsa la tasa de inactividad.