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'Telecos'

La crisis de Worldcom fuerza la dimisión de su fundador, Ebbers

El descontento con la gestión de Bernard Ebbers, fundador y consejero delegado de la telefónica estadounidense Worldcom, y la investigación que el regulador del mercado bursátil en EE UU (SEC) está siguiendo por sus prácticas contables han forzado el cambio en la cúpula directiva. Ebbers presentó su dimisión el lunes por la noche y ayer se hizo oficial.

Algunos analistas creen que si la coyuntura del sector de las telecomunicaciones hubiera sido mejor, la situación de Worldcom sería más llevadera y no atravesaría el difícil momento en el que se encuentra. Probablemente así, Bernard Ebbers, de 60 años, podría haber continuado a la cabeza de la compañía que fundó hace 17 años. Son hipótesis.

Los hechos indiscutibles son que la empresa ha perdido en Bolsa el 84% de su valor desde principios de año, que su deuda no ha dejado de crecer hasta llegar a 28.000 millones de dólares (31.104 millones de euros) y que recientemente la SEC comenzó a estudiar sus prácticas contables, en especial un préstamo que la propia empresa extendió a Ebbers por valor de 366 millones de dólares (407 millones de euros). La frustración por la caída imparable del valor de la compañía entre los directivos y el consejo puso a Ebbers, un directivo atípico en Wall Street y que no goza de las simpatías del mercado, entre la espada y la pared. Según The Wall Street Journal, el viernes pasado se comenzó a fraguar su partida.

John Sidgmore, hasta ayer vicepresidente, tomará las riendas de la operadora para reestructurarla. Sidgmore cree que la empresa tiene futuro y cash flow, lo que ha tranquilizado a quienes pensaban que la compañía, que emplea a 80.000 personas y tiene 20 millones de clientes, empezaría a vender parte de los activos adquiridos en los últimos años para crecer. Precisamente, estas 60 compras y su traslación a los libros de Worldcom forman parte de la investigación de la SEC.

En Wall Street se consideraba que Ebbers, que fue entrenador de baloncesto, era la persona adecuada para crear la empresa con la compra agresiva de otras compañías, pero no el gestor de una empresa ya consolidada.

Ebbers protagonizó en 1998 una sorprendente operación al lanzar una oferta de compra por el operador americano de larga distancia MCI. La operación, valorada en 47.000 millones de dólares, dejó fuera de juego a BT que también estudiaba la compra de la compañía a la vez que cerraba una alianza con la Telefónica dirigida por Juan Villalonga. Esta operación se solventó con una alianza entre las tres empresas, cuyo contenido giraba en torno al mercado latinoamericano, pero que falló. El presidente de MCI, que cotiza en Bolsa separadamente, Bert Roberts, terminó sentándose en el consejo de Telefónica. Roberts continúa en su puesto en MCI y Worldcom.

El último error de Ebbers fue una de sus especialidades, el intento de compra del gigante Sprint por 129.000 millones de dólares. Las autoridades de la competencia no lo permitieron y ahora la empresa está en una posición mucho menos agresiva, al rebajar las previsiones de ganancias para este año. En el primer trimestre, Worldcom MCI ganó 130 millones de dólares (144,3 millones de euros), un 78% menos que en 2001.

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