Los consejeros del BBV se distancian de Ybarra para encarar su defensa
Cada día que pasa la soledad del ex presidente del BBVA se acrecienta. 'Ybarra está pasando los peores momentos de su vida', señala una fuente cercana al ex presidente. Ybarra se ha desvinculado en menos de cuatro meses no sólo del BBVA como institución financiera, sino también de la vicepresidencia de Repsol, compañía a la que siempre ha estado muy vinculado. Es uno de sus principales accionistas individuales y el BBV como entidad ha permanecido tradicionalmente en el núcleo estable.
El jueves pasado Ybarra subía por segunda vez en seis días los dos pisos que separan su despacho en el BBVA, en Azca (Madrid), del de González. 'Tienes que abandonar cualquier vinculación con el banco', fueron las palabras de González. En esta segunda ocasión, Ybarra cedió. No le quedaba otra salida. La vía jurídica había comenzado y los abogados habían puesto su maquinaria a trabajar.
Pero la soledad del ex presidente del segundo banco del país es cada vez más profunda. Los anteriores administradores del BBV expedientados por el Banco de España se han alejado prácticamente de él. Los que aún quedan en el BBVA y que no aparecen en la lista del banco supervisor, pero sí como beneficiarios de unos fondos de pensiones suscritos al margen de González y de la contabilidad del banco, también se han distanciado.
'Nos sentimos engañados', señala uno de estos consejeros que permanece en el banco. Prácticamente todos los consejeros del BBV desconocían que estaban firmando unos fondos de pensiones que no contaban con la aprobación de González y cuyo origen eran unas cuentas secretas al margen de la contabilidad del BBVA. Esta es la explicación más generalizada entre este grupo de seis consejeros que siguen en el banco. El primero en distanciarse fue Pedro Luis Uriarte, ex vicepresidente y consejero delegado del BBVA. Sus defensas en el escándalo de las cuentas secretas del BBV derivaron desde el primer momento por caminos separados. Ybarra tiene como abogado a Horacio Oliva, y Uriarte, a Joaquín Fanjul.
Intento infructuoso
Ybarra intentó en un primer momento aunar todas las defensas, pero fracasó. Buscó los servicios de Mario Fernández, recientemente jubilado en el BBVA como responsable de los servicios jurídicos y que ahora trabaja en Uría y Menéndez.
Se da la circunstancia de que este despacho trabaja para el BBVA en la preparación de la defensa en el caso BBVA Privanza. Además, las diferencias de criterio entre los expedientados procedentes del Banco Bilbao y los del Banco de Vizcaya volvieron a aflorar, reconoce uno de los afectados por el expediente.
La idea de un solo bloque, a excepción de Uriarte, se rompe. Cada uno toma posiciones diferentes. Algunos de ellos, además, creen que Ybarra les ha engañado. 'Yo no sé porque estoy en ese expediente. No formé parte de ese entramado financiero, desconocía su existencia', señala uno de los afectados. Otro ex gestor del BBV también mantiene su inocencia: 'Desconocía que eran operaciones al margen del banco'.
Tras esta situación se crean varios bloques. Esta semana es decisiva para tener preparadas las defensas. El fiscal jefe Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, tiene previsto solicitar al juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, la imputación de una serie de personas que aparecen en el caso de las cuentas secretas. La inmediatez de contar con una defensa apropiada, el enfriamiento de los primeros enfrentamientos y la estrategia de los abogados hacen pensar que varios de estos grupos pueden contar con una política defensiva común.
Ángel Sánchez Asiaín, ex presidente del BBV, José María Concejo (ex directivo del banco) y Gervasio Collar han contratado los servicios de Ramón Hermosilla. Luis Bastida (ex directivo jubilado y que aparece como ejecutor de varias operaciones en la inspección del Banco de España) cuenta con el abogado Carlos Rodríguez Solano. José Antonio Sáenz-Azcunága, presidente de Metrovacesa, también expedientado, cuenta, curiosamente y según fuentes cercanas a él, con el asesoramiento de José Luis Segimón, abogado, que ha trabajado en el BBVA y también figura en el expediente del Banco de España. Otros afectados se disputan los servicios del abogado Matías Cortés.
El único bloque que, aunque puede contar con abogados diferentes, mantiene reuniones para aunar sus defensas es el compuesto por los seis consejeros que aún están en el banco y que figuran como beneficiarios de los tan cuestionados fondos de pensiones. Estos directivos aún no han acordado tener una representación legal hasta ver hasta dónde llegan las implicaciones del caso. Entre los consejeros o ex consejeros con fondos de pensiones se encuentran Plácido Arango y Alfonso Cortina, accionista del BBVA y presidente de Repsol. Ninguno de estos seis consejeros, según uno de ellos, se ha planteado 'abandonar su puesto en el consejo, ni el banco se lo ha pedido'.
González ficha a Ricardo Lacasa como consejero independiente
El presidente del BBVA, Francisco González, ha recurrido a un antiguo amigo, Ricardo Lacasa, consejero delegado del Popular desde 1995 hasta 1999, para que se responsabilice de la comisión de control del banco. Su nombramiento como presidente de esta comisión y como consejero del banco se producirá a finales de abril, cuando se celebre el consejo de administración mensual. Hasta esta reunión, el banco prevé anunciar 'tres o cuatro fichajes más', según fuentes de la entidad. Uno de ellos será extranjero. No obstante, el BBVA no descarta convocar un consejo extraordinario en los próximos días. El nombramiento coincide con el anuncio del fiscal Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, de presentar esta semana una lista de imputados que incluirá a ex administradores del BBV. Lacasa, de 66 años de edad, doctor ingeniero industrial, sustituirá en la comisión a Ricardo Muguruza, ex consejero procedente del BBV, que en marzo dejó el cargo a raíz del expediente abierto. La amistad de Lacasa, nacido en Zaragoza, y González proviene de hace años, cuando éste era propietario de la sociedad FG Inversiones. Ambos directivos mantuvieron una reunión la pasada semana, en la que González ofreció el cargo a su amigo. Lacasa aceptó inmediatamente. El nuevo directivo del BBVA salió del Popular en 1999, después de pasar casi toda su carrera en la entidad, por discrepancias con Luis Valls. En estos momentos, el consejo del BBVA está formado por 18 miembros. En diciembre de 2001 tenía 34. Este número puede reducirse aún en otros seis, procedentes del BBV, que figuran como beneficiarios de los fondos de pensiones al margen de las cuentas del banco. González ya ha comentado en varias ocasiones su idea de profesionalizar el consejo del banco, que quiere dejar en 16 miembros. También es posible que en los próximos días se nombre a un consejero internacional independiente.
González supo en junio que el banco tuvo el 4,74% de Argentaria
El presidente del BBVA, Francisco González, no supo que el BBV llegó a controlar el 4,74% de Argentaria hasta junio de 2001, es decir, un año y medio después de acceder a la copresidencia del banco y nueve meses después de tener la primera noticia sobre las cuentas ocultas.
La compra de acciones tuvo lugar entre el 28 de junio de 1996 y la primera mitad de 1998, según la información que el BBVA ha dado al Banco de España. Bankers Trust actuó como intermediario con la orden de comprar hasta el 4,99% (el límite para no declarar la participación). Compró el 4,43%. A eso se sumaba el 0,31% que el BBV tenía oficialmente.
El acuerdo con Bankers Trust, firmado el 24 de mayo de 1996, establecía una opción de compra preferente de los títulos por parte del BBV y de venta por el agente. Y dejaba claro que los derechos políticos correspondían al BBV.
Según el BBVA, fue el propio Bankers Trust el que ofreció 'sus servicios para adquirir este paquete'. Y el que recomendó a Júpiter (sobrenombre que Bankers Trust da al BBV en su informe de asesoría) tomar posiciones en Mercurio (Argentaria), sobre todo frente a la oportunidad de comprar Neptuno (BCH).
Comisión doble
En el primer acuerdo con Bankers Trust, el BBV se compromete a pagarle una comisión mínima de 772.300 euros y del doble si el papel de éste como agente o como accionista de Argentaria salía a la luz. La máxima era de 3,011 millones. Pero no está clara la cantidad pagada porque el acuerdo se modificó en dos ocasiones. González y Emilio Ybarra aseguraron en noviembre al Banco de España que no aparece el asiento de cómo se contabilizó.
En 1997, la participación del BBV en Argentaria pasó a entrañar posibles 'consecuencias políticas muy negativas', dice el BBVA al banco central. Y se basa en 'reiteradas manifestaciones, en privado y en público, de altos responsables del nuevo Gobierno'. El 4 de noviembre de 1998 el BBV ejecutó la opción de compra y ordenó a Bankers Trust transferir 134,44 millones de dólares a Jersey.