Signos de debilidad en la actividad industrial española
Después del buen dato de enero, el índice de producción industrial ha vuelto a mostrar escasa fuerza en febrero. El IPI se redujo un 0,2% interanual en febrero, con lo que acumula un 0,3% de descenso en los dos primeros meses del año. A pesar de ello, el dato se mantuvo en torno a nuestra previsión y, por tanto, seguimos esperando un cambio de tendencia para mediados de este año. Con este perfil de suave caída al principio y paulatina recuperación en la segunda mitad del año, esperamos un crecimiento del 0,2% para el conjunto de 2002, tras haber caído un 1,2% en 2001.
Por tipo de bienes, el componente que mejor se ha comportado ha vuelto a ser la producción de bienes de consumo, que acumula dos datos consecutivos mejor de lo previsto y comienza a recuperarse de las consecuencias de la mayor incertidumbre internacional asociada a la recesión estadounidense y a los acontecimientos del 11 de septiembre. En cambio, tanto la producción de bienes de equipo como de bienes intermedios se han comportado levemente peor de lo previsto y mantienen una tendencia decreciente.
La cartera de pedidos, por su parte, mostró una suave mejoría en febrero, la primera vez desde mayo de 2001. El principal causante de este repunte han sido los pedidos exteriores, impulsados por la lenta pero palpable recuperación de las economías occidentales. También los pedidos interiores, aunque en menor medida, reflejan un cambio de tendencia. Por tipos de bienes, el mayor impulso viene dado por los pedidos de bienes de consumo, seguido de los bienes de equipo y los intermedios.
Otro tradicional indicador de la actividad industrial, como es el consumo de energía eléctrica, ha crecido durante el mes de marzo un 4,3% por encima de nuestra previsión, acumulando en el primer trimestre del año un aumento del 4,9% con respecto al año pasado. Esto nos induce a pensar que terminará el año creciendo en torno al 4,6% levemente por debajo del año 2001.
Por otro lado, el paro registrado en el Inem correspondiente al sector industrial aumentó 1.400 personas en marzo, un 6,7% con respecto al mismo mes del año pasado. Este dato ha sido peor de lo esperado y nos induce a pensar que, en el conjunto del año, el paro de trabajadores provenientes de la industria permanecerá estancado.
En Estados Unidos los precios de importaciones en marzo crecieron un 1,1% en tasa intermensual, el tercer aumento positivo desde septiembre de 2000 y el de mayor en magnitud desde entonces. Respecto al año anterior, los precios de importación bajaron sólo un 5,5% frente al -8,4% del cuarto trimestre de 2001.
El repunte se explica en parte por el incremento en los productos derivados del petróleo, que han aumentado un 15,7%. Si continúan las presiones al alza en los precios del petróleo, es posible que a muy corto plazo revierta la tendencia de los precios de consumo estadounidenses, que venían creciendo a tasas muy moderadas en los últimos meses.
En Argentina, los indicadores de precios han mostrado una tendencia alcista en marzo. El IPC creció un 7,9% en tasa interanual y un 4,0% intermensual. Los precios de producción y al por mayor aumentaron un 11,6% y 11,2%, respectivamente, en tasa intermensual y un 25,7% y 24,8% en interanual. Hasta la fecha, los precios de consumo están aumentando de forma relativamente moderada por la especial situación que vive este país. Pero los precios de producción e intermedios están acelerando su crecimiento, lo que adelanta nuevas y mayores subidas en los precios de consumo de los próximos meses.
En México, los indicadores de inversión continuaron mostrando indicios de mejora en enero, en línea con los indicadores de ventas al por menor. El índice de volumen físico de inversión en construcción fue en enero superior a nuestra previsión por sexto mes consecutivo. Su tasa de crecimiento interanual, aunque negativa, -0,2%, es muy inferior a las de los últimos meses de 2001, -1,9% en diciembre del año pasado.
En Chile, el índice de precios al consumidor en marzo fue inferior a nuestra previsión por tercer mes consecutivo. Aun así, la tasa de inflación interanual volvió a repuntar ligeramente, pasando de 2,5% a 2,6%.
En Brasil, el IPI de marzo se mantuvo por debajo de nuestra previsión. Pero, como dato positivo, con respecto a marzo de 2001, la producción industrial disminuyó un 6,7%, la caída más baja desde octubre del año pasado. En próximos meses se podrá confirmar esta tendencia a una suave recuperación.
Continúan las dudas sobre el mercado laboral alemán
La tasa de paro alemana de marzo fue aparentemente positiva, reduciéndose cuatro décimas respecto a enero y febrero hasta situarse en 10% (frente al 9,4% de 2001). A pesar de ello, el número de desempleados creció un 3,9%, frente al -0,4% del conjunto de 2001. Por tanto, en marzo observamos simultáneamente (i) un aumento del número de desempleados y (ii) una ligera caída de la tasa de paro. Para que estos hechos sean compatibles, debe haberse producido un crecimiento de la población ocupada. Sin embargo, el último dato disponible de población ocupada corresponde a enero, cuando cayó un 0,3% interanual. Aunque la población ocupada haya crecido en marzo, es necesario tener más datos antes de anticipar un cambio de tendencia. Adicionalmente, la situación económica que atraviesa el país podría fomentar en los próximos meses el desánimo en la población activa, favoreciendo que muchos parados decidan pasar de activos a inactivos. Ello produciría una reducción adicional del número de parados que no debería interpretarse positivamente.