Un sector que se abrirá a la competencia
La próxima supresión del castigo fiscal por el cambio de fondo modernizará el mercado y favorecerá la elección del partícipe
La supresión del castigo fiscal por el cambio de un fondo de inversión a otro ha sido una petición largamente demandada por buena parte del sector en los últimos años. Esta semana, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, anunciaba que esta reforma quedará recogida en el nuevo IRPF que entrará en vigor en enero de 2003. El Gobierno atendía así a las recomendaciones de la comisión para la reforma del IRPF encabezada por el catedrático Manuel Lagares, y despertaba todo tipo de reacciones dentro del sector, unas más optimistas que otras. Los expertos, en cualquier caso, reconocen que la supresión de la tributación por el cambio de fondo va a provocar un aumento de la competencia entre las gestoras que, sin lugar a dudas, va ir en beneficio del partícipe.
'Las normas fiscales deberían proteger sólo el mantenimiento del ahorro y no su colocación indefinida en producto determinado, pues de ese modo se incide gravemente en la eficiencia de los mercados', señala el informe elaborado por la denominada comisión Lagares. Según los asesores del Ministerio de Hacienda, debería tenerse en cuenta que, cuando la normativa fiscal induce hacia una determinada colocación o mantenimiento en detrimento de otra, está creando una ventaja fiscal para los oferentes, generando lo que se denomina rentas fiscales y originando una fuente de ineficiencias. En la actualidad, el cambio de fondo de inversión tributa al tipo marginal si se realiza antes de un año, y al tipo mínimo, de momento el 18%, si se realiza después de ese periodo.
Esta situación -y la anterior, cuando para tributar al tipo marginal había que esperar dos años- había generado lo que para muchos era capital cautivo, es decir, que muchos partícipes mantenían su inversión en un fondo, más por motivos fiscales, que por motivos de preferencia inversora. La reforma que prepara el Gobierno pretende acabar con esta situación e impulsar de una vez por todas la competencia dentro del sector.
Las gestoras, en líneas generales, han aplaudido la medida, por cuanto, afirman, va ir en beneficio del partícipe en todos los aspectos. 'Va a ser favorable para el ahorro a largo plazo, porque aunque el partícipe cambie de fondo, mantendrá su inversión', sostiene Santiago Satrústegui, socio fundador de Abante Asesores. 'Va a modernizar el mercado y, al no tener tanto en cuenta el impacto fiscal, el asesoramiento va a tomar más relevancia', añade.
En principio, una mayor competencia entre las gestoras para ganar clientes debería favorecer al partícipe de varias maneras. En primer lugar, porque los esfuerzos de cara a obtener los mejores resultados serán mayores. 'Si alguna gestora tiene un área de fondos menos competitiva, a partir de ahora deberá potenciar esa división de cara atraer al partícipe', apunta Ramón Esteruelas, director de clientes institucionales de ING Investment Management. 'Eso permitirá que destaquen aquellos fondos que realmente son buenos', añade.
Paralelamente, el aumento de competencia dentro del sector debería impulsar toda una guerra de comisiones, que se saldaría con una rebaja generalizada de las tasas aplicadas por las gestoras. No obstante, se teme que algunas gestoras sustituyan la penalización fiscal por una penalización en beneficio propio, vía comisión de reembolso. 'La gestora que eleve las comisiones se va a ver muy penalizada porque los partícipes no van a querer entrar en sus fondos', asegura Santiago Satrústegui. 'Se trata de una medida que va poco en favor del cliente', añade.
El optimismo que ha generado el anuncio entre las gestoras no ha estado exento de una serie de peros, en torno a la aplicación real de la medida. 'El entramado técnico necesario para el traspaso del historial de un partícipe desde una gestora a otra es muy complicado', asegura Marcelo Casadejús, director de marketing de Ahorro Corporación. 'Hace falta traspasar todo un historial en el que se reflejen las aportaciones a ese fondo y en qué años se realizaron, dado el diferente tratamiento fiscal que puedan tener', añade. Para este experto, todo ello podría aumentar los costes de las gestoras, lo que finalmente afectaría al partícipe, vía comisiones más altas. Esta opinión, no obstante, no es compartida por una parte del sector, principalmente gestoras de menor tamaño y extranjeras, para las que la solución informática no es tan complicada, sino que tan sólo exige un poco de esfuerzo y de inversión.
De momento, Rodrigo Rato tan sólo ha anunciado la reforma, pero no se ha hecho público ningún desarrollo normativo. Ello plantea una serie de dudas, que deberían despejarse una vez se conozca el contenido de la norma. Entre ellas, cabe la posibilidad de que la propia ley limite de alguna manera el alcance de las comisiones de reembolso para evitar que el partícipe pueda ser penalizado. Actualmente, la comisión máxima de reembolso es del 5% para los fondos de inversión mobiliarios (FIM) y del 1% para los monetarios (Fiamm). A modo de ejemplo, la legislación actual permite el traspaso de un plan de pensiones a otro sin que el partícipe se vea penalizado por ello.
Otra de las dudas que se pueden plantear es si va a existir algún límite temporal a la hora de poder cambiar de fondo, es decir, si un inversor puede cambiar de fondo tantas veces como quiera siempre que quiera. 'Habrá que ver qué sucede con la retención del 18% que actualmente tiene el reembolso y, por tanto, el cambio a otro fondo de inversión', añade Fernando Álvarez Barón, director comercial de Gesmadrid, gestora de Caja Madrid.
Finalmente, queda por saber el tratamiento que recibirán las minusvalías, es decir, si el fondo del que sale está en pérdidas, ¿se declara como minusvalía en la declaración de ese año o forma parte del historial del nuevo fondo?
La reforma para el cambio de fondo sin tributar entrará en vigor, previsiblemente, el próximo 1 de enero, con el resto de la reforma del IRPF. Es de esperar que no se aplique la retroactividad, sino que estén exentos de tributación los cambios que se realicen a partir de esa fecha. La reforma es el colofón de toda una serie de medidas que, en su momento, trataron de mejorar el tratamiento fiscal del cambio de fondo, pero sin llegar a la exención total. Sucedió cuando se rebajó el límite temporal a un año para que las plusvalías tributaran al tipo mínimo marginal, y cuando se aprobaron los segurfondos, seguros que invierten en cestas de fondos y que permiten el cambio de un fondo a otro de esa cesta sin tributar por ello. El éxito de estos productos, sin embargo, ha sido más bien escaso.
Dentro de las reformas que prepara el IRPF, destaca otra que afecta directamente a los fondos de inversión, entre otras figuras, como es la reducción del tipo marginal mínimo, del 18% al 15%. Las plusvalías, si se mantiene un año la inversión, tributarán por tanto al 15%. Todas estas medidas van a impulsar, sin duda, la competencia del sector, aunque bien es verdad que los gestores no esperan un movimiento masivo de capitales el día 1 de enero. 'La reducción a un año del límite temporal para tributar al 18% ha acabado en gran medida con el dinero cautivo', apunta Fernando Álvarez Barón. 'El traspaso de capitales de un fondo a otro sucederá de manera paulatina'.