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La última

Afganistán atrae a grandes multinacionales

Land Rover, Iridium Satellite, 3M o General Electric pugnan por lograr alguno de los contratos que el Banco Mundial asignará para reconstruir Afganistán, que este año recibirá 2.000 millones de ayuda.

Ford Motor, 3M (Minnesota Mining & Manufacturing) e Iridium Satellite son algunas de las compañías que mueven sus hilos tanto en Estados Unidos como ante el Banco Mundial, que prepara ya las primeras asignaciones, para hacerse con alguno de los millonarios contratos que van a aprobarse para la reconstrucción de Afganistán. Los dos terremotos, que se cobraron la vida de miles de afganos la pasada semana, han impulsado la tarea de reconstrucción de un país que ha soportado 20 años de guerra y cuatro de sequía, según los participantes en la conferencia sobre ayuda afgana celebrada en Washington la semana pasada.

'Cuando un país sufre tal devastación, se necesita mucha inversión para reconstruirlo', según William Loiry, presidente del Equity International, organizador de la conferencia. En su opinión, 'Afganistán será el mayor esfuerzo de reconstrucción desde la II Guerra Mundial'.

Este año, los donantes internacionales se comprometieron con el Gobierno del líder interino Hamid Karzai a prestar ayuda por importe de 2.068 millones de euros este año y de 5.172 millones de aquí a 2005. La mayoría de la ayuda pasará, en algún momento, por las manos de compañías privadas u organizaciones no lucrativas.

Las empresas han dado ya los primeros pasos. Por ejemplo, la filial Land Rover de Ford ha establecido una sociedad concesionaria destinada a abastecer de vehículos a grupos de ayuda que como Oxfam International y Naciones Unidas trabajan en Afganistán. Además de vender 3.000 vehículos anuales, la compañía ha trasladado a Inglaterra a algunos de sus representantes para darles un curso de capacitación sobre conducción en terrenos agrestes, reparaciones de emergencia y en cómo hacer frente a ladrones y terroristas. Land Rover, que envió a un vendedor a Kabul en enero, espera que Afganistán sea el mercado de más rápido crecimiento el próximo año.

Lo mismo hace Iridium, la compañía de telefonía por satélite que escapó de la bancarrota el año pasado. Iridium asegura que sus teléfonos, cuyo tamaño es tres veces superior al de un celular típico, funcionan en cualquier parte del mundo. En un lugar como Kabul, donde hay un servicio telefónico limitado, Iridium y otras operadoras tienen una gran oportunidad.

A Iridium y Ford se han unido sociedades como 3M, que suministra recubrimientos de protección para las ventanas, y Loral Skynet, una filial de Lockheed Martin que alquila su espacio a organizaciones no gubernamentales. Otros interesados son la filial de General Electric dedicada a construir viviendas, oficinas y fábricas modulares especialmente pensadas para albergar bancos, prisiones, oficinas y apartamentos.

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