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Coyuntura europea

Issing afirma que la crisis tocó fondo en la UE a finales de 2001

El economista jefe del Banco Central Europeo, Otmar Issing, apareció en la prensa francesa diciendo que la coyuntura europea tocó fondo 'al cierre del año pasado' y que el PIB de la UE crecerá a un ritmo de entre el 2% y el 2,5% a finales de 2002. Además, los ministros de Finanzas de Francia y Alemania auguraron fuertes repuntes del crecimiento para ambos países.

El banquero alemán, que hizo su pronóstico en declaraciones al diario francés Les Echos, está convencido de que la inflación europea empezará a disminuir a partir de febrero. En su opinión, el IPC de la UE puede caer por debajo de la barrera del 2% durante el segundo trimestre del año.

Frente a quienes señalan los efectos inflacionistas del euro, Issing asegura que la moneda común europea ejercerá una 'presión a la baja' sobre los precios porque impulsará la competencia' y reducirá la dependencia frente a otras regiones, sobre todo EE UU.

El optimista mensaje de Issing se vio reforzado por los mensajes lanzados por los ministros de Economía y Finanzas de Francia y Alemania, que ayer señalaron en París que esperan que sus economías crezcan en torno al 3% a finales de año o en algún momento de 2003.

El ministro alemán, Hans Eichel, dijo que la economía germana crecerá entre un 2,5% y un 3% a finales de año. Su homólogo francés, Laurent Fabius, auguró un crecimiento del 3% para el PIB francés en el año 2003.

Algo más prudente se muestra Christian Noyer, el vicepresidente francés del Banco Central Europeo (BCE), cuyo mandato termina el próximo 31 de mayo.

Noyer aparecía ayer en el diario International Herald Tribune avisando sobre los riesgos potenciales que sigue afrontando la economía europea. En su opinión, 'todavía existe cierta incertidumbre sobre la rapidez y fortaleza' de la aparente recuperación económica de la Unión Europea.

El banquero francés cree que los tipos de interés europeos están 'al nivel adecuado para mantener la estabilidad de precios a medio plazo'. Sin embargo, reconoce que 'todo es posible' en materia de tipos de interés, 'si se materializan algunos riesgos, al alza o a la baja, que no se dan en estos momentos'.

Es decir, que el BCE podría moderar aún más su política crediticia si persiste el estancamiento económico con presiones a la baja en los precios.

Entre los elementos que, en su opinión, pueden abortar la incipiente recuperación de la economía europea, Noyer cita las tensiones políticas derivadas de la guerra contra el terrorismo lanzada por Estados Unidos y el peligro de que alguna otra gran economía mundial sufra un importante desplome.

Noyer se muestra, además, preocupado por la persistente debilidad del euro. En su opinión, la moneda común europea 'está infravalorada' y no refleja los fundamentos económicos de los Doce. Por la misma regla de tres, considera que el dólar está siendo 'sobrevalorado' por los mercados.

Inflación

Al igual que Issing, el banquero francés está convencido de que la inflación europea bajará del 2% 'en los próximos meses'. Una moderación de precios que permitiría impulsar el optimismo y el nivel de consumo de los hogares europeos.

El banquero francés asegura, asimismo, que la reactivación de la economía europea tendrá poco que ver con la de EE UU. Una idea que contradice la tesis más extendida entre los economistas.

Las quiebras alemanas suben un 17%

 

 

La desaceleración económica registrada en el año 2001 se cobró un duro peaje en el cuerpo empresarial de la mayor economía europea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Según informó ayer el Instituto Federal de Estadística germano, el año pasado se declararon en quiebra 32.000 empresas de este país.

 

 

 

 

 

 

 

El dato supone un aumento del 17% respecto a las quiebras contabilizadas en 2000.

 

 

 

 

 

 

 

El instituto alemán achaca parte del aumento a la reforma de la ley que regula la insolvencia empresarial, que simplificó notablemente los procedimientos administrativos para declararse en bancarrota.

 

 

 

 

 

 

 

Sin embargo, el dato refleja sobre todo las dificultades que afrontaron las empresas alemanas durante un año en el que el ritmo de crecimiento económico se ralentizó sensiblemente en toda Europa.

 

 

 

 

 

 

 

Alemania cayó en recesión el año pasado y la zona euro creció sólo un 1,5% (frente al 3,3% del año 2000), según los datos provisionales que acaba de hacer públicos la agencia Eurostat.

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