La UE abre la vía al español para la tramitación de patentes europeas
A finales de 2001, Francia y Alemania frenaron el acuerdo para lograr una patente europea, como antes hizo España. El motivo siempre ha sido el mismo, que sus respectivas lenguas se vean excluidas como idioma de trabajo. La comisión jurídica de la UE parece haber encontrado ahora el punto de equilibrio al proponer que se pueda elegir entre inglés, francés, alemán, italiano y español. Pero Francia y Alemania ya han anunciado que mantendrán su bloqueo.
Los ministros de Mercado Interior buscan hoy un acuerdo político sobre la patente europea que pueda ser ratificado por los jefes de Estado y de Gobierno de los Quince en la cumbre de Barcelona. Sin embargo, las delegaciones francesa y alemana ya han anunciado que impedirán de nuevo que se llegue a un acuerdo, informa Efe.
El idioma de trabajo, el papel de las oficinas nacionales de patentes y el régimen jurídico son las tres cuestiones clave que han impedido que el consejo de ministros de la UE haya logrado un acuerdo unánime sobre el proyecto de reglamento de patente europea. En un intento por sacar de la vía muerta este proyecto, la comisión jurídica y de mercado interior ha consensuado un dictamen que se someterá a la discusión del parlamento europeo.
En síntesis, se ha considerado que la futura patente europea debe seguir las líneas del reglamento sobre la marca comunitaria. Según éste, las peticiones de registro deberían realizarse en cualquiera de las lenguas comunitarias. Pero el peticionario tendrá que elegir una segunda lengua entre inglés, francés, alemán, italiano y español para tramitar el procedimiento, sobre todo en lo relativo a la oposición, revocación o invalidación de la solicitud. De esta forma se da entrada al español como lengua de trabajo. Si la petición de registro no se realiza en una de estas cinco lenguas, la Oficina Europea de Patentes asegurará su traducción al idioma del procedimiento.
Esta posición se aleja de las posturas mantenidas meses atrás por España, Francia y Alemania. En un primer momento, España bloqueó la inscripción de patentes porque consagraba el francés, el inglés y el alemán en detrimento de otras lenguas de la UE. Para España, si no era posible la inscripción en cualquiera de los idiomas oficiales de la UE, era preferible usar el inglés. En el último debate parlamentario de diciembre, fueron Francia y Alemania quienes bloquearon toda posibilidad de acuerdo al no aceptar la propuesta de consenso que plateó Bélgica y que consistía en elegir un idioma entre inglés, francés o alemán. Una postura en la que ya han anunciado que se mantendrán.
La solución que ahora adopta la comisión jurídica también se aleja del abaratamiento de los costes de registro de patente porque no elimina el gasto de la traducción. Y éste es uno de los objetivos que persigue la creación de patente, como así ha reiterado Frits Bolkestein, comisario europeo de mercado interior. Por otro lado, la comisión jurídica echa por tierra la pretensión de la Comisión de crear un nuevo tribunal comunitario de propiedad intelectual. Para los expertos jurídicos, es preferible que en primera instancia se acuda a los tribunales nacionales con experiencia en materia de patentes y, en la segunda instancia, el asunto quedaría en manos de la Cámara Europea de la Propiedad Intelectual.