El Pentágono admite que puede dar información falsa a la prensa
El Pentágono desarrolla planes para difundir información 'incluso falsa' a los medios de comunicación extranjeros como estrategia en su lucha contra el terrorismo. Así lo recogía ayer el diario The New York Times, que citaba fuentes militares pero sin identificarlas.
El organismo encargado de hacer ese trabajo es la Oficina de Influencia Estratégica, creada 'poco después de los atentados del 11 de septiembre como respuesta a las preocupaciones del Gobierno por la pérdida de apoyo en ultramar para su guerra al terrorismo, en especial en los países musulmanes', señaló el diario.
Los planes de manipulación de la información carecen aún del visto bueno del presidente, George Bush, y han causado oposición entre algunos funcionarios que temen que socave la credibilidad del Departamento de Defensa. 'æpermil;se no es nuestro negociado. Es asunto de la CIA, de los agentes secretos', declaró ayer un funcionario a Reuters.
La decisión de comunicar información falsa a la prensa extranjera 'es parte de un nuevo esfuerzo para influir en la opinión pública y los gobernantes', afirma el periódico estadounidense. 'Es un proyecto en marcha, pero todavía es incierto', afirmó ayer Victoria Clarke, portavoz del Pentágono. La oficina, 'pequeña pero bien financiada', está dirigida por el brigadier general Simon P. Worden, de la fuerza aérea y su presupuesto, 'de varios millones de dólares, proviene de los 10.000 millones de dólares (11.500 millones de euros) autorizados por el Congreso en octubre como asignación de emergencia para el Pentágono'.
Las fuentes citadas por el diario explican que una de las propuestas de trabajo se refiere a 'la implantación de noticias en medios de prensa extranjeros mediante empresas o agencias externas que no tengan vínculos obvios con el Pentágono'.
Según las mismas fuentes, el general Worden estudia utilizar las llamadas 'campañas negras', que utilizan la información tendenciosa y falsa, que se mezclaría con informaciones ciertas.
Gira asiática
Entre tanto, Bush continúa recabando esfuerzos por Asia para su guerra contra el terrorismo. Ayer llegó a Corea del Sur, desde Japón, donde consiguió el apoyo del primer ministro, Junichiro Koizumi. En Seúl se produjeron encuentros violentos entre la policía y los manifestantes, que protestaban por el llamado por Bush 'eje del mal', que incluye a Corea del Norte (además de Irán e Irak) entre los próximos objetivos de su guerra antiterrorista.