Trabajo afirma que el estrés se ceba en funcionarios y empleados de banca
Dolores de cabeza, alteraciones del sueño, sensación de cansancio, irritabilidad y falta de memoria. Los síntomas del estrés laboral comienzan a instalarse cada vez con mayor amplitud entre las mesas de trabajo de los empleados españoles. La IV encuesta sobre condiciones de trabajo que ha elaborado el Instituto de Seguridad e Higiene revela que son los trabajadores de banca y los funcionarios quienes acusan una mayor presencia de este problema.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales ha derribado de un plumazo un buen número de tópicos laborales con la publicación de la última encuesta sobre las condiciones de trabajo en España. El informe, realizado entre 3.000 empresas y otros tantos trabajadores de todo el territorio nacional, concluye que son los funcionarios y los empleados de banca, con un 7,6% de incidencia, los trabajadores que padecen más síntomas de estrés, seguidos de los profesionales que realizan servicio sociales (7,1%) y los trabajadores de la industria del metal (5,4%).
La encuesta, elaborada por el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo, revela que los síntomas asociados al estrés son frecuentes entre la población activa española. Así, el 12,4% de los trabajadores padece cefaleas, el 10,2% sufre alteraciones del sueño, el 10,2% experimenta sensación continua de cansancio y el 8,3% se muestra irritable.
Las conclusiones del estudio apuntan, en general, a la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad de las empresas. En este sentido, un abrumador 74% de trabajadores coincide en señalar que en su puesto de trabajo existe riesgo de accidente, en su mayor parte cortes y pinchazos (35,6%) y golpes (31,6%). Además, casi un 30% desarrolla su labor expuesto a contaminantes químicos, un 11,6% trabaja sometido a radiaciones y un 10% soporta un nivel de ruido elevado.
Como colofón a este panorama, el estudio afirma que el 20% de las consultas médicas demandadas por los trabajadores en el último año correspondieron a daños derivados del trabajo. Las consultas más frecuentes se refirieron a los dolores de espalda (20,4%) y de miembros superiores e inferiores, con un 13,5%.
Otra de las conclusiones de la encuesta es que el horario de trabajo más habitual en los centros de trabajo españoles continúa siendo la jornada partida -con un 56,7% de respuestas- seguida de la jornada continuada de mañana (23,2%). Existe también un importante predominio del horario rígido (75,4%) y un grueso amplio de trabajadores (24,3%) continúa prolongando su jornada sin compensación económica.
Poca autonomía y escasa participación
Pese a los innumerables tratados de gestión empresarial que insisten en la necesidad de potenciar la autonomía de la plantilla, las empresas españolas continúan siendo rígidas y autoritarias.
Así, las conclusiones de la encuesta que ha realizado el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo revelan que la cuarta parte de los trabajadores afirma no poder elegir ni modificar numerosos aspectos de su labor. El 30,5% no puede influir en su método de trabajo, el 28,8% no puede decidir las pausas y el 27,3% no puede modificar el ritmo de su labor.
Respecto al nivel de participación, los trabajadores consideran que su opinión no es tenida en cuenta a la hora de elegir la maquinaria y útiles que manejan (27%) y a la hora de decidir la introducción de cambios organizativos o tecnológicos en el trabajo (24,5%). El 30,5% de los trabajadores españoles afirma, además, que en el diseño de su puesto de trabajo existe, al menos, un aspecto inadecuado.