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INTERNACIONAL

India confía en evitar la guerra con Pakistán pero despliega más tropas

El ministro indio de Defensa, George Fernandes, expresó ayer su voluntad de que la "intervención diplomática" sirva para evitar una eventual guerra con Pakistán, que sería la cuarta desde que ambos países se independizaron del Reino Unido en 1947.

Los intercambios de disparos son constantes en la frontera de Cachemira desde que el pasado 13 de diciembre estalló la crisis, cuando un atentado de extremistas islámicos provocó la muerte de 14 personas en el Parlamento indio. El Gobierno de Nueva Delhi acusa a Pakistán de apoyar a los independentistas islámicos de la disputada región de Cachemira.

Entre el martes y el miércoles, el intenso tiroteo en la frontera indo-paquistaní se saldó con la muerte de cuatro soldados paquistaníes, según la agencia Reuters. Pero la policía india negó que se haya producido ninguna víctima en los enfrentamientos que tuvieron lugar durante la madrugada del miércoles.

No obstante, 20 personas, entre ellas 5 policías, resultaron heridas por la mañana cuando una granada estalló en un concurrido lugar de Srinagar, la principal ciudad de Cachemira.

El ataque se produjo después de que el grupo separatista Jais-e-Mohamed, acusado por Nueva Delhi de estar detrás del atentado al Parlamento, prometieron "nuevos ataques mortales" contra las fuerzas de seguridad indias. Funcionarios de Nueva Delhi señalaron ayer que también habían recibido amenazas de Lashkar-e-Taiba, el otro grupo sospechoso del atentado del 13 de diciembre.

Occidente mira con especial preocupación la nueva crisis asiática. Ambos países poseen armas nucleares y el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, declaró ayer que su Gobierno "no dudará" en usar armamento nuclear para defenderse. Sin embargo, ambas naciones renovaron el martes el tratado firmado en 1991 por el que se comprometen a no atacar mutuamente las instalaciones nucleares de la otra parte. Fernandes insistió ayer en que la guerra "será la última de las opciones".

Un paso esperanzador fue el encuentro celebrado ayer en Katmandú entre los cancilleres de los dos países. La charla se desarrolló en el marco de los encuentros previos a la cumbre de líderes regionales, que comenzará mañana en la capital nepalí, y es el contacto de más alto nivel desde el estallido de la crisis.

El primer ministro británico, Tony Blair, partió ayer de Londres hacia Katmandú, para intentar rebajar la tensión entre India y Pakistán. No obstante, el canciller Jack Straw se mostró ayer escéptico sobre las posibilidades de éxito de la misión británica.

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