Comandantes <i>muyahidin</i> declaran la derrota definitiva de Al Qaeda
Comandantes de los muyahidin del este de Afganistán declararon ayer la derrota definitiva de Al Qaeda, tras tomar las últimas posiciones de la organización en Tora Bora, aunque sin encontrar a su líder, el saudí Osama Bin Laden. Estados Unidos no da por acabada la guerra pese a la aparente desarticulación del grupo terrorista y confía en poder capturar a su enemigo máximo.
Y a no hacen falta más ataques aéreos, pues nuestros hombres pueden hacer una limpieza total de la zona sin ayuda", declararon ayer a la prensa los comandantes de dos de los tres sectores del frente. Estados Unidos, al parecer, no tomaba al pie de la letra la victoria proclamada, ya que sus aviones volvieron a bombardear tanto las montañas de Melaua como la de Sierra Blanca (Spin Gar), más al sur y colindante con la frontera paquistaní. También sobrevolaban la zona aviones de hélices, quizá en misiones de reconocimiento en búsqueda de miembros de Al Qaeda que huyen hacia Pakistán.
"Hoy ha sido el último día de Al Qaeda en Afganistán", declaró con evidente satisfacción el comandante Hayi Mohamed Zamán, acompañado por el comandante Hazrat Alí.
Estados Undidos, sin embargo, no da por acabada la guerra en Afganistán. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, manifestó en declaraciones a la cadena NBC que "el trabajo no ha concluido en Afganistán", al tiempo que señaló su certeza de que el terrorista Bin Laden sigue con vida.
Los comandantes Zaman y Alí aseguraron que en la batalla de ayer fue tomado el último reducto de Al Qaeda. En la ofensiva, murieron 200 de sus militantes, bien a causa de los bombardeos bien en combate, al tiempo que otros 25 fueron capturados.
En las declaraciones de los dirigentes no faltaron, sin embargo, las ambigüedades. Hace tan solo una semana los muyahidin cifraban los militantes de Al Qaeda en las montañas de Melaua entre 1.000 y 2.000, y no quedó claro si el grueso ya ha logrado entrar en Pakistán o están en otra zona de Afganistán.
Fuerzas de seguridad paquistaníes capturaron ayer a un grupo de 31 miembros yemeníes de Al Qaeda que había huido de la zona de Tora Bora, lo que hace pensar que otros podrían haber conseguido entrar clandestinamente en Pakistán. Zamán y Alí, aseguraron haber superado sus discrepancias y haber alcanzado "el entendimiento mutuo". Prometieron mostrar los prisioneros a la prensa hoy. Zamán dijo además que estos prisioneros serán entregados a la nueva administración central de Afganistán en Kabul, que tomará posesión el próximo día 22.
Los observadores consideran que Estados Unidos, cuyo secretario de defensa, Donald Rumsfeld, conversó ayer con el futuro presidente Karzai cerca de Kabul, insistirá en hacerse cargo de los prisioneros. Rumsfield mostró su apoyo al nuevo Gobierno afgano en su visita a Kabul y también expresó sus dudas de que los combates se puedan dar por concluidos en la región de Tora Bora.
Según Alí, los prisioneros ya han sido interrogados y preguntados por el paradero de Bin Laden, pero ninguno ha podido aportar pista alguna. El militar afgano tampoco descarta que el máximo enemigo de EE UU se encuentre entre los muertos.
Entretanto el general británico John McColl, futuro jefe de la fuerza internacional de seguridad que se desplegará en Afganistán, llegó ayer a Kabul en una misión preparatoria para el despliegue de tropas. El canciller alemán, Gerhard Schröeder, declaró que aún no es segura la intervención alemana en la fuerza internacional de paz.
Por otra parte, tres infantes de marina de Estados Unidos resultaron heridos ayer cuando uno de ellos tropezó con lo que aparentemente era una mina en el aeropuerto de Kandahar, en el sur de Afganistán.